Diario de León

El futuro desembarca en León por la vía AVE

La ministra anuncia que la alta velocidad, a la que se fía el aumento de 300.000 a 600.000 viajeros anuales y el impulso para la atracción de empresas y negocios, llegará en la primera semana de septiembre.

León

Creado:

Actualizado:

Si en el oeste de la ciudad el desarrollo urbanístico se encomienda a la integración del AVE, en el norte se mantiene apegado a la vía estrecha. Feve se juega su futuro de servicio a la ciudad a la carta del proyecto urbanístico iniciado en 2011: entonces, cuando se cerró la estación y se puso el fin de línea en La Asunción, había 329.011 viajeros anuales; ahora, cuando se van a cumplir cuatro años desde que el último tren pasó por debajo del puente de los Maristas, apenas quedan 205.599 usuarios.

Esta hemorragia que se deja uno de cada tres viajeros por el camino mantiene abierta además una herida urbanística en la ciudad. Los continuos recortes del proyecto original, al que primero se cercenó el ramal al complejo hospitalario y luego se redefinió por completo, arrastran casi cuatro años con la trinchera abierta por completo y los barrios adyacentes colgados de las obras que avanzan al tran tran. Entre indefiniciones y paralizaciones, el proyecto suma ahora siete meses sin actividad ninguna en la traza, con la vía ya tirada, el encargo de las instalaciones de seguridad de los pasos cursado y una imagen de abandono constante, a falta apenas de la colocación del adoquinado y el remate de los trabajos.

El reto comienza por concluir de una vez el despropósito del proyecto, encallado ahora por una modificación formal, según la última justificación del Ministerio de Fomento. Los representantes estatales insiste en que hay que hacer modificaciones para que los trenes tram pueda circular por el trazado urbano en coexistencia con los peatones, sin la necesidad de las barreras actuales. Pero ni siquiera se cuenta con estos vehículos, que permiten frenar y arrancar como un autobús en lugar de necesitar las grandes distancias de seguridad que precisan los convoyes ordinarios. Sin ellos no habrá vuelta a la estación.

Pero sin una salida para la obra actual ya se abre el siguiente problema: cómo se resolverá la urbanización del sector de la estación. Una mancha de terreno en medio de la ciudad que depende de lo que quiera hacer Adif con la venta del suelo que permitiría su desarrollo. Si opta por no promover la operación de las cerca de 150 viviendas para las que hay sitio, que le darían los fondos para el proyecto, se enquistará en el paisaje de la ciudad.

Viene el AVE. La cantinela resuena desde el año 2008. Pero esta vez, al fin, se presenta con las pruebas necesarias para avalar su veracidad: hay vías, hay catenaria, hay sistemas de seguridad, hay trenes y hay maquinistas ya en formación. Con todos estos elementos, la ministra de Fomento, Ana Pastor, se atrevió ayer mismo a anunciar que el primer convoy comercial desembarcará en la estación de la capital leonesa «en la primera semana de septiembre». «Podría ir ya hoy», concedió la titular ministerial, quien en marzo había hablado de finales de primavera como plazo de estreno, pero ahora ha tenido que enmendar sus previsiones para que los 300 conductores de las zonas de León, Oviedo y Madrid cumplan con las 35 horas necesarias de tránsito por la ruta que les sirven para lograr el certificado obligatorio.

La llegada de la alta velocidad se anuncia como el motor de desarrollo para León. Un catalizador que se fía a la reducción del tiempo de viaje con Madrid para convertirse en un polo de atracción de viajeros, actividad empresarial y oportunidades de negocio para los sectores biotecnológico y de las tecnologías de la información y la comunicación: será una hora y cincuenta y cinco minutos de viaje durante el primer semestre, en el que se arrancará con el sistema de seguridad Asfa, y una hora y cuarenta y cinco minutos cuando se ponga en marcha el ERTMS que permite circular a 350 kilómetros por hora. Con el cronómetro en la mano se habrán limado 47 minutos de trayecto desde aquí hasta la capital de España en un AVE, en vía única y con el desdoble pendiente de la demanda futura, que empezará por apuntar cuatro conexiones diarias: dos en cada dirección. Subido a estos trenes se prevé que se dupliquen los 300.000 viajeros actuales.

La consecución de la infraestructura no sólo marca los próximos cuatro años, sino que es un hito para el siglo XXI en León. La ciudad se sube al tren de las capitales con las mejores conexiones ferroviarias colocada como nodo fundamental de los tráficos del noroeste: una realidad sobre el mapa que debe concretarse ahora por parte del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) con la gestión de todas las líneas de alta velocidad del noroeste desde Centro de Regulación y Control (CRC), donde se mantiene una planta vacía a la espera de que se instale la tecnología necesaria y se doten los puestos de trabajo.

No es el único fleco que queda pendiente de cerrar. Después de cuatro años perdidos por completo, la ciudad se encuentra con el AVE a las puertas y la integración ferroviaria sin definir, después de que se desechara el proyecto que había quedado avalado por Zapatero en 2008 a partir de la venta de suelo para 4.500 viviendas. Olvidado este planteamiento, que sí que permanece en otras ciudades como Valladolid, la salida al atolladero de la estación en fondo de saco —que fue la que permitió cerrar el paso a nivel del Crucero, prolongar Ordoño y obligar a que se tenga que soterrar— pasa por la promesa plasmada por la ministra en unos planos.

El diseño vuelve a la idea del 2003 con Álvarez Cascos: 600 metros de vía en trinchera bajo rasante, desde el entorno del estadio de fútbol hasta rebasar el paso a nivel del Crucero. Un proyecto en el que se no habrá nueva estación, ni recuperación de la vieja terminal, sino tan sólo la ampliación de que está operativa en estos momentos para poder dar acceso a los andenes soterrados, en los que se dibujan dos vías pasantes. Ése es el futuro de la integración al que se agarra ahora la ciudad, colgada de la promesa de Pastor de que en un año estarán licitadas las obras y que el Gobierno correrá con la financiación de los cerca de 80 millones de euros de presupuesto estimado.

Ahora sí, viene el AVE. El reto de León es que venga cargado de futuro.

tracking