El PP vuelve a la «indemnización en diferido»

El Partido Popular volvió ayer a la tesis de la «indemnización en periodos diferidos», que hizo famosa en su día María Dolores de Cospedal, para negarse en redondo a readmitir a Luis Bárcenas o a resarcirle con los 905.000 euros que le demanda por despido improcedente. El ex senador y el PP volvieron a verse las caras en el segundo juicio laboral que Bárcenas ha interpuesto a su antigua empresa y en el que el principal imputado del caso Gürtel insistió en que quiere volver a su puesto de tesorero. Una posibilidad de la que los populares no quieren ni oír hablar. Ni de esa hipótesis ni de la de pagar un solo euro más al hombre que durante años controló sus cuentas.

Bárcenas estuvo presente en la vista oral en el Juzgado de lo Social número 31 de Madrid. No intervino, pero no dejó de dar instrucciones a su letrado, Enrique Villegas. El abogado reiteró sus argumentos: el Juzgado de lo Social número 16 de Madrid y, de forma posterior, el Tribunal Superior de Justicia de esta comunidad sentenciaron que el ex tesorero sigue siendo empleado de la formación en situación de «excedencia forzosa», desde que abandonó su cargo de asesor en 2004 para ser nombrado senador por Cantabria.

La defensa del ex tesorero adujo que no hay motivo para que Bárcenas no pueda volver a su puesto de tesorero o, en su caso, que el PP admita un despido improcedente y desembolse los 905.000 euros que le reclama por indemnización como trabajador del partido desde 1989.

En las antípodas, obviamente, se situó el PP, que denunció que una condena al partido sería tanto como amparar el «enriquecimiento injusto» del demandante.

El letrado de los populares, Iván Gayarre, tachó la petición de Bárcenas de «extemporánea» y dejó claro que en ningún caso la formación asumiría en sus filas al imputado de nuevo como tesorero ni en cualquier otra responsabilidad. Primero, porque el cargo ya está ocupado por Carmen Navarro y, segundo, porque se trata de un puesto de «confianza».