Pedro Sánchez ofrece mejorar la financiación autonómica y la catalana

Si hay que hacer caso a las encuestas, y a tenor de la tendencia constatada en todas las convocatorias electorales autonómicas celebradas en Cataluña en los últimos quince años, el PSC volverá a ver mermada su representación en el Parlamento catalán tras el 27-S y es posible que quede relegada a quinta fuerza política de la cámara. Pero Pedro Sánchez está convencido de que él tiene opciones de ser el próximo presidente del Gobierno de España y bajo esa premisa defendió hoy en Barcelona su propuesta de reforma constitucional como única solución al «callejón sin salida» que, a su juicio, proponen a los catalanes Artur Mas y Mariano Rajoy.

El secretario general del PSOE, que visitó por primera vez la comunidad autónoma desde que el presidente de la Generalitat y el líder de ERC sellaron su acuerdo para concurrir en una lista unitaria a los próximos comicios, advirtió de que el empeño de las fuerzas independentistas de convertir la cita con las urnas en un plebiscito sobre la independencia de Cataluña sólo provocará «frustración» y generará «enfrentamientos» tanto entre los propios ciudadanos de ese territorio como entre estos y el resto de españoles. También aseguró que no consentirá «ningún desafío a la legalidad», pero se esforzó en marcar la diferencia entre su rechazo tajante a una secesión unilateral sin ningún tipo de aval jurídico y el del actual presidente del Gobierno.

Sánchez insistió en que, a diferencia del líder del PP, anclado, dijo, en el «inmovilismo», el PSOE quiere abrir un diálogo sobre una propuesta de reforma de la Carta Magna.