Diario de León

Los partidos esperan una votación histórica en el duelo por la independencia

La incógnita es saber a quién beneficiará una participación de esta inusual dimensión.

Rajoy, Esperanza García, Albiol, Sánchez-Camacho y Sarkozy, en el acto de ayer.

Rajoy, Esperanza García, Albiol, Sánchez-Camacho y Sarkozy, en el acto de ayer.

Publicado por
R. Gorriarán | MAdrid
León

Creado:

Actualizado:

No serán unas votaciones plebiscitarias en términos jurídicos, como mantiene el Gobierno, pero en lo que se refiere a participación las elecciones del domingo en Cataluña podrían tener ribetes históricos. Cerca de tres cada cuatro catalanes acudirán a las urnas, según las proyecciones que hacen los equipos electorales de los partidos.

Nadie pone en duda que lo que se mide es el apoyo a la independencia, y que la elección de diputados es la herramienta. Históricamente, han sido las fuerzas no soberanistas las grandes beneficiadas de los altos porcentajes de participación, pero en esta ocasión el separatismo catalán está movilizado como nunca. Parece indudable que las elecciones autonómicas de este domingo van a tener la mayor participación en la historia, y pueden batirse registros hasta de las generales.

El candidato del PP, Xavier García Albiol, se atrevió a poner cifras a las previsiones y habló de un 73% de participación. Un cálculo con el que coincide, número arriba o abajo, con el resto de fuerzas políticas. La mayor participación en unos comicios catalanes se había registrado en la anterior convocatoria, cuando el 67,7% del censo fue a votar. En noviembre de 2012 acudieron a los colegios 150.000 catalanes más que en las generales de 2011. Lo nunca visto. Pero la marca puede saltar por los aires.

Los candidatos y los líderes nacionales han hecho hasta el último momento llamamientos casi dramáticos a sus seguidores. «Si tú no votas, otros lo harán por ti», alertaba Mariano Rajoy; «la Cataluña que ha construido este país tiene que salir a votar», animaba Pablo Iglesias; «si hay más del 50% del voto (por la independencia) el referéndum ya se habrá hecho», arengaba Artur Mas a los suyos; «¿de verdad no vas a ir a votar?», decía la propaganda electoral del PP en la recta final de la campaña. En este tono vehemente se han movido todos los candidatos.

Más que autonómicas

Las elecciones del domingo, aunque lleven el apellido de autonómicas, son más que eso. Así lo planteó desde el primer momento el independentismo, y así lo ha acabado por asumir el resto de fuerzas. «Históricas», ha llegado a decir el presidente del Gobierno para obviar lo de plebiscitarias. La cantidad e intensidad de la participación de los jefes nacionales en la campaña así lo acredita.

Pero no ha sido solo la pertinaz presencia de Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias o Albert Rivera lo que ha dado un carácter excepcional a los comicios. No se sabe si era el efecto buscado, pero el Gobierno se ha encargado de darles una relevancia que ni los soberanistas esperaban con las declaraciones contrarias a la independencia de los más relevantes gobernantes occidentales con Barack Obama a la cabeza.

Se han celebrado, además, una decena de debates entre candidatos, con el dato relevante de que Artur Mas, emboscado en su número cuatro de la lista y en su condición de presidente de la Generalitat, no participó en ninguno y se ahorró escuchar las críticas a su gestión y a los casos de corrupción en su partido. La estrella de esos cara a cara fue el del ministro José Manuel García-Margallo y Oriol Junqueras, que satisfizo una enormidad a los independentistas porque vieron en ese duelo un tratamiento de igual a igual entre estados, y desmoralizó al PP catalán por lo mismo.

Los mítines, asimismo, han atraído, en contra de la tendencia de las últimas convocatorias, a multitudes que hace años no eran vistas. Los independentistas de Junts pel Sí reunieron a cerca de 70.000 personas en su cierre de campaña en Barcelona.

tracking