Diario de León

CAMINO A LAS URNAS

Iglesias y Colau escenifican la sintonía Cataluña-España

"Madrid puede volver a ser nuestra capital", reivindica la alcaldesa, que brilla en el mitin central de Podemos. El líder morado no puede evitar las lágrimas en el acto más multitudinario de la campaña, con 10.000 personas

Pablo Iglesias, acompañado por Ada Colau, en el mítin de Podemos en la Caja Mágica, en Madrid, este domingo.

Pablo Iglesias, acompañado por Ada Colau, en el mítin de Podemos en la Caja Mágica, en Madrid, este domingo.

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IOLANDA MÁRMOL
León

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Ada Colau y Pablo Iglesias escenificaron este domingo en Madrid su idea política del "país de países" con una demostración donde se mezcló fuerza y empatía, para explicar que fraternidad es posible incluso tras el choque de trenes entre unionistas e independentistas. La alcaldesa de Barcelona irradió magnetismo en el mitin central de Podemos, en la Caja Mágica ante 10.000 personas, y explicó a los madrileños que esa nueva sintonía sólo cristalizará si el 20-D gana el cambio.

“Madrid puede volver a ser nuestra capital, dejó de serlo pero puede volver a serlo. Una capital del siglo XXI, que deje atrás el oscurantismo, el inmovilismo y el lenguaje de la amenaza”, reivindicó Colau, que pareció que puso en pie al auditorio. “Queremos recuperarla con todos vosotros, necesitamos recuperarla el 20-D”, insistió para defender, también desde Madrid, la idea de plurinacionalidad, concepto clave en el programa de Podemos.

Pablo Iglesias guardó para el final de su discurso el guiño a la alcaldesa y a la sintonía entre España y Cataluña. Dijo haber sentido “vergüenza” por los discursos centralistas escuchados desde la capital durante el conflicto independentista y soñó con un "país de países" en el que la gente se pueda "mirara a la cara al mismo nivel".

“Quiero vivir en un Madrid que le pueda decir a Ada Colau t’estimo molt”, reclamó. “Yo soy español y me encanta abrazar al que se sienta catalán, vasco, gallego y andaluz para construir un proyecto juntos”, señaló.

Desde Madrid, Pablo Iglesias reivindicó que los pueblos han de tener derecho a decidir, criticó la corrupción y apeló al 15-M como "la sangre que corría por las venas de España". Al PP y al PSOE les envió un recado: "Les vamos a ganar a ustedes las elecciones, señores de lo viejo".

LÁVESE LA BOCA

Conscientes del duelo que se jugaba este domingo en Madrid porque Podemos y Ciudadanos pugnaban por llenar en la capital sus actos más multitudinarios, la alcaldesa de Barcelona reprendió a Albert Rivera, al que acusó de copiar el lenguaje de Podemos. “Lávese la boca señor Rivera antes de decir ‘Sí se puede’”, afeó al candidato de Ciudadanos, que pronuncia en sus mítines la frase más emblemática de Podemos. Ada Colau explicó a un público enardecido por los aplausos a la alcadesa y los abucheos a Rivera que sólo los que detuvieron desahucios y defendieron a las gentes humildes durante la crisis tienen derecho a reivindicar el 'Sí se puede'.

El director de campaña, Íñigo Errejón, en uno de sus mejores discursos, también explicó que, mientras Ciudadanos llena mítines con autocares gratuitos para transportar a sus simpatizantes, en Podemos, cuentan con el esfuerzo de voluntarios. "Hay algunos que tienen electorado. Nosotros tenemos ciudadanía comprometida y tenemos pueblo. Esa es la diferencia entre votar y hacer patria. Entre votar a los de siempre y elegir a un país con nosotros", arengó. El público le aplaudió más que nunca y llegó a cantarle el 'Cumpleaños feliz', puesto que este lunes cumple 32.

PABLO, EN LÁGRIMAS

El Pablo Iglesias que subió este domingo al escenario de la Caja Mágica sorprendió como nunca a los suyos. No especialmente por su discurso, que siguió el guión habitual de sus mítines, sino por la sensibilidad que transmitió durante todo el evento. Conocido por su timidez y su facilidad para levantar muros a las emociones en público, a Iglesias le ganó su lado más humano y se rindió a las lágrimas que intentaba contener desde que llegó. Sobre el escenario, contagiado por el ambiente de exaltación que se respiraba, se abrazó a Ada Colau y a sus compañeros de partido. Sus padres aplaudían entre el público y se escuchaba la banda sonora del ‘Sí se puede’. A siete días de las elecciones, los podemistas se marcharon con la sensación de que van a poder.

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