El juez acusa a Pujol Ferrusola de mentirle
Le retira el pasaporte y echa por tierra la versión de la herencia del abuelo Florenci.
Jordi Pujol Ferrusola a su llegada el jueves a la AN. j. carlos hidalgo
mateo balín | madrid
El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata impuso ayer las primeras medidas cautelares a Jordi Pujol Ferrusola dentro de la causa que investiga la fortuna de la familia. A instancias de la Fiscalía, el primogénito deberá de comparecer una vez a la semana en el juzgado más próximo a su domicilio, tiene prohibida la salida del territorio nacional sin previa autorización judicial y tampoco dispondrá de su pasaporte. En caso de que inclumpla estas restricciones personales, ya sabe lo que le toca: el ingreso en prisión provisional.
En un extenso auto, el juez De la Mata detalla que Pujol Ferrusola es titular de varias sociedades instrumentales que no producen valor real añadido alguno y «cuya única utilización ha sido canalizar capitales de presunto origen criminal para realizar inversiones y gastos en España y en el extranjero».
Añade el titular del Juzgado Central de Instrucción número cinco que estas sociedades facturaron indiciariamente más de 11 millones de euros, supuestamente por tareas de asesoramiento, consultoría e intermediación. Unas tareas «que no han sido justificadas». Existen indicios, se extiende el juez, de que el hijo de Jordi Pujol y Marta Ferrusola ha utilizado entramados societarios internacionales «diseñados con la específica finalidad de blanquear capitales fuera de España y repatriarlos, así como distintos testaferros y/o fiduciarios que le habría permitido disponer de cuentas corrientes en otras jurisdicciones».
Del mismo modo, recoge que durante años «Jordi Pujol Ferrusola coordinó la gestión de un importante patrimonio económico cuyo origen no ha sido acreditado asignándolo a toda clase de inversiones mobiliarias e inmobiliarias y operaciones financieras de distintas índole en distintas jurisdicciones y paraísos fiscales, siempre en beneficio» de sus seis hermanos.
Parte del tiempo estos capitales estuvieron radicados y se operaron, añade, desde distintas entidades bancarias andorranas. De la Mata destaca que Pujol Ferrusola, investigado por falsedad documental, blanqueo y delito contra la hacienda pública, admite que todas las operaciones llevadas a cabo en Andorra y los negocios en que invirtió a lo largo de esos años estaban directamente relacionados con el patrimonio económico que gestionaba para él y su familia y que tuvo como origen el legado del abuelo Florenci, 140 millones de pesetas de principios de los ochenta, según la versión inicial de su padre.
Sin embargo, De la Mata entiende que ni él ni otros han aportado elemento alguno para verificar esa versión. Su argumentación, según el magistrado, «colisiona de frente con la versión completamente opuesta facilitada por los propios gestores bancarios que gestionaban sus cuentas en Andorra».
El juez recuerda que el investigado ha venido realizando un progresivo proceso de descapitalización de todos los activos patrimoniales y financieros desde que comenzaron las investigaciones en torno a su persona, «faltando claramente a la verdad en sus declaraciones en sede judicial, donde negó tener cuentas en varios lugares que la documentación ha demostrado que sí tenía».
Agregó que Pujol Ferrusola realizó «una clara operación de blanqueo con la finalidad de alzar bienes del alcance de la justicia» y detalla, a lo largo del auto judicial, alguna de esas operaciones, por lo que entiende el juez que resulta «necesario y proporcionado» la adopción de las medidas acordadas.
Como colofín, el magistrado le advierte de que si se producen nuevas conductas de ocultación alteración o destrucción de pruebas podría mandarlo a prisión provisional.