Iglesias busca controlar la dirección catalana y madrileña
Peligra la influencia del secretario general en sus graneros de votos.
Iglesias y Errejón mantienen una dura pugna por controlar el partido en Madrid. EMILIO NARANJO
ander azpiroz | madrid
Una vez pasadas las elecciones generales, Podemos vuelve a ponerse manos a la obra para solucionar los problemas en sus organizaciones regionales. Tras la elección de nuevas direcciones en Galicia, Euskadi o Cantabria, llega ahora el turno para Cataluña. En juego está el que Pablo Iglesias pueda retener el control en una comunidad que se ha convertido en su mayor granero de votos y en el que Podemos está obligado a mantener un cuidadoso equilibrio con sus socios de confluencia.
Gemma Ubasart, elegida secretaria general de Podemos Cataluña en noviembre de 2014, abandonó el cargo por diferencias con la dirección nacional tras los comicios autonómicos del pasado septiembre. Desde entonces, la organización ha estado dirigida por una gestora, un hecho que por otra parte no ha impedido que En Comú resultase la fuerza más votadas tanto en las elecciones generales del 20-D como en las del 26-J. A la espera de que finalice el plazo de presentación de las candidaturas mañana ya hay cinco candidatos en liza.
A diferencia de procesos de primarias anteriores, en esta ocasión la dirección nacional no se ha decantado públicamente por ningún aspirante a la Secretaría General. Lo que sí se sabe es a quienes no apoya el aparato de Madrid. Es el caso de Albano Dante Fachín, con el que Pablo Iglesias mantenía en el pasado buena sintonía. El distanciamiento viene dado por la apuesta de Fachín por mantener la autonomía de la organización catalana. Defiende que Podemos Cataluña debe evitar el error cometido por el PSC de convertirse en una sucursal del PSOE. Ambos también se enfrentaron a cuenta de la fecha de celebración de las primarias. Mientras el dirigente catalán abogó por celebrarlas cuanto antes para acabar con una situación de interinidad que se ha prolongado casi 10 meses, desde Madrid se apostó por aplazar el debate para no interferir en las generales de junio. Fachín lleva postulándose a la Secretaria General desde hace meses, algo que tampoco ha gustado en Madrid.
El vencedor de las primarias, cuyo nombre se hará público el 26 de julio, deberá pilotar las relaciones con el nuevo partido que prepara Ada Colau y en el que podría llegar a integrarse Podemos.
Una vez se solucionen los problemas en Cataluña la principal fuente de preocupación de la dirección nacional será Madrid. En esta comunidad existe un enfrentamiento abierto entre el sector oficialista afín a Iglesias y la corriente más próxima a Iñigo Errejón. En medio se sitúa Izquierda Anticapitalista que tiene en Madrid una de sus plazas fuertes dentro de la organización. Tras meses de luchas internas, todo apunta a que el Consejo Ciudadano autonómico convocará una asamblea ciudadana para el próximo otoño en la que se renovarán los cargos de los órganos de dirección. Los cambios podrían afectar incluso al secretario general, Luis Alegre, cuya labor ha sido muy discutida en los últimos meses. Intimo colaborador de Iglesias y coofundador de Podemos, Alegre ha desempeñado una gestión muy polémica que le ha llevado a un enfrentamiento abierto con los ‘errejonistas’.