Diario de León

Puigdemont arremete con dureza contra Rajoy y critica a ERC

El expresident se erige como el candidato útil del independentismo frente al «tripartito del 155».

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, compareció ayer en Brujas. OLIVIER HOSLET

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, compareció ayer en Brujas. OLIVIER HOSLET

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adolfo lorente | bruselas

No hace falta echar la vista muy atrás, pongamos cinco o seis años. Si en aquellas fechas, uno le comenta a un afiliado de la extinta Convergència, a ese partido clave que junto a sus socios de Unió hizo y deshizo en Madrid como sigue haciendo el PNV, que el 25 de noviembre de 2017 su cabeza de lista a unas elecciones autonómicas se iba a presentar en Oostkamp, en un hotel de carretera del norte de Bélgica situado a 8,5 kilómetros de Brujas, y sin estar presentes, además, ningún peso pesado de la formación, quizá loco sería el adjetivo más educado que responderían. Pues bien, ocurrió ayer y, sí, con Carles Puigdemont en rol protagonista repartiendo a diestro y siniestra arropado por 90 candidatos de Junts per Catalunya. Ayer, por cierto, cumplía sus primeros 27 días en su particular ‘exilio’ belga. Sí, 27 ya.

Con el inicio de la campaña electoral a la vuelta de la esquina, Juntsxcat (la marca blanca del Pdecat) echó por fin a andar con un Puigdemont desatado arremetiendo con extrema dureza contra Mariano Rajoy, contra el «tripartito del 155» (PP, PSC y Ciudadanos) y contra esa Europa que tanto denosta por su «apoyo inmoral» a Rajoy, pero que quizá debería cortejar si es que algún día quiere formar parte de ella como ciudadano de un Estado independiente.

Aunque no por ello menos importante, este tipo de acusaciones ya vienen de serie en su discurso desde que llegó a Bélgica. El listón lo fijó el 7 de noviembre, cuando aterrizaron 200 alcaldes independentistas en Bruselas y el «fascismo español» fue el hilo conductor de su intervención. De ahí que ayer, una de las notas más destacadas de su primer mitin de precampaña fueron los dardos envenenados que envió a Esquerra, excompañeros de Govern, socios de aventura independentista pero rivales el 21-D porque ERC así lo ha querido. Así que unidad, unidad… La justa.

«Pido el voto de todos porque si hay una lista que el señor Rajoy no quiere que gane, ésta es la nuestra», lanzó. No se quedó ahí. Tras alabar la generosidad del Pdecat, recordó que «esto no va de partidos, va sobre Cataluña y la necesidad de haber formado una lista de unidad, que es lo que reclama tanta gente».

El expresidente recordó que el 21-D será un plebiscito entre ellos y el «tripartito del 155». «¿Aceptarán el resultado? Ganemos el 21-D y el Estado tendrá que quitar sus sucias garras untadas de autoritarismo (…). En Catalunya, la democracia no se vota, ni se encarcela ni se golpea con porras de la policía. Nunca más», zanjó . Los suyos, cómo no, le jalearon con pasión.

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