Diario de León

El PSOE da por hecho el acuerdo tras el paso a un lado de Iglesias

Las dos formaciones apelan a la discreción para cerrar la negociación del programa de Gobierno.

La portavoz del PSOE, Adriana Lastra, durante sus declaraciones a los periodistas. ALBERTO MORANTE

La portavoz del PSOE, Adriana Lastra, durante sus declaraciones a los periodistas. ALBERTO MORANTE

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a. a. / p. d. l. h. | madrid

El PSOE da por hecho ya que habrá acuerdo para un gobierno de coalición con Unidas Podemos, después de que Pablo Iglesias renunciara el viernes a formar parte del Consejo de Ministros. La vicesecretaria general de los socialistas, Adriana Lastra, se mostró contundente ayer al respecto. «Siempre he sido una defensora de que la izquierda sabe, puede y debe entenderse», señaló tras casi tres meses de negociaciones y cinco reuniones fallidas entre los líderes de PSOE y Podemos. Se ha desperdiciado mucho tiempo y las dos formaciones de izquierda se ven ahora en la tesitura de pactar a toda prisa un programa común y los nombres de los responsables de llevarlo a cabo.

Pese al moderado optimismo en las filas socialistas, la situación presenta aún algunas incógnitas que deberán resolverse en unas negociaciones que, parece por el momento esta vez sí, ambas formaciones se han comprometido a que sean discretas, sin mensajes interesados desde uno y otro bando a través de los medios de comunicación. Iglesias dejó claro al anunciar su decisión de dar un paso al lado que, a cambio de ese gesto, Pedro Sánchez debería aceptar las propuestas de ministrables que presente su partido o, dicho de otro modo, que su sacrificio cierra la puerta a nuevos vetos. La respuesta del secretario general del PSOE, a través de un comunicado de su formación, fue también tajante: Sánchez está dispuesto a oír propuestas pero no aceptará «imposiciones» y tendrá la última palabra sobre la composición de su futuro Gobierno.

Los socialistas reiteraron, además, que antes de hablar de nombres es preciso trabajar en la conformación de un programa. El secretario general de Podemos, en cambio, siempre ha defendido que la negociación debe ser «integral», es decir, que se hable de políticas y de la composición del Gobierno de una misma tacada. A juicio de Lastra, en todo caso, ninguna de estas divergencias tiene calado suficiente como para hacer naufragar un acuerdo y con ello la investidura que debe votarse los próximos martes y jueves.

«Ahora yo estoy convencida de que va a haber acuerdo -insistió la también portavoz parlamentaria de los socialistas antes de asistir a la toma de posesión de Adrián Barbón como presidente del Principado de Asturias-. Mi partido lo está, y vamos a trabajar en las próximas horas y en los próximos días, con discreción, con lealtad y con el objetivo de que este país la semana que viene tenga un Gobierno a pleno rendimiento».

Lastra -que ya el viernes abrió la puerta a la incorporación en el Consejo de Ministros de miembros de Podemos con un marcado perfil político, como pueden ser Irene Montero, Rafael Mayoral o Pablo Echenique, si están «cualificados» para el ministerio de turno- subrayó, en alusión, entre otras cosas, al manifiesto por un «Gobierno de progreso» suscrito por artistas e intelectuales esta semana, que «han sido muchas las personas que han mostrado la necesidad de que la izquierda se entienda». En el PSOE admiten que ése ha sido un elemento de presión determinante.

«Se abre una oportunidad a nivel nacional que todos estábamos esperando», insistió Lastra, que fue la única dirigente del PSOE y Podemos que habló ayer en público. En una formación tan dada a las redes sociales como la de Iglesias, el silencio este sábado de sus dirigentes fue absoluto.

Los socialistas siempre han argumentado que el entendimiento programático no sería difícil porque parten del acuerdo presupuestario suscrito en octubre de 2018 entre ambos partidos. Ahora tienen por delante apenas unas horas para probarlo, lo que exige dejar al lado discrepancias serias sobre «asuntos de Estado» como son Cataluña, la estabilidad presupuestaria o la política exterior, cuestiones hasta hace solo unos días que el Gobierno presentaba como inhabilitantes para un Ejecutivo de coalición.

De darse finalmente el acuerdo, permanecerá la duda de cómo se someterá al examen de la militancia socialista. Los estatutos del PSOE, impulsados por Sánchez en el congreso de su resurrección para dar supuestamente más poder a las bases, se han convertido ahora en un quebradero de cabeza para la dirección del partido. En Ferraz aseguran que su intención es cumplir lo acordado.

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