Diario de León

8M. Día Internacional de la Mujer

Ocho nombres de mujer y un equipaje repleto de trabajo, éxito y... deporte

Han llegado a lo más alto del deporte. Y sin duda alguna se han convertido en referentes para otras muchas mujeres. Esfuerzo, dedicación y mucha ilusión son las claves de su día a día para superar los obstáculos, que en su mayor parte consideran son iguales que los de los hombres. Eso sí, algunas como Lidia y María apuntan a un mayor reconocimiento, en este caso más por el tema de patrocinios y apoyos económicos para no verse abocadas a decir adiós de forma prematura. Además, en una faceta de la vida como el deporte en el que a día de hoy están llevando a España a un lugar de preferencia

Ocho mujeres

Ocho mujeres

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Ocho mujeres deportistas

Representan el éxito en el deporte. Pero también son ejemplo de trabajo, constancia e ilusión. El camino para llegar a lo más alto ha sido diferente entre unas y otras. A algunas les ha costado más, a otras menos. Lo mismo que un reconocimiento que según la disciplina puede llegar a ser similar al de los hombres. Y en otros casos muy mejorable.

Olímpica en Río donde lograba un diploma histórico para España en el rugby, la coyantina María Casado lo tiene claro: «el deporte femenino requiere de más visibilidad, recursos y apoyos. Gracias a Iberdrola se ha mejorado un poco, y en mis caso en el rugby, pero hace falta un mayor compromiso para que ese camino siga adelante». La internacional de Las Leonas remarca que «las diferencias entre el deporte masculino y femenino han ido reduciéndose. Ya no es como antes». Lo dice una jugadora que inició sus pasos con el balón oval en su tierra y que gracias a un partido amistoso que jugó en Asturias donde la vieron los responsables de la Federación Española ha podido hacerse un sitio en el rugby. Y con trabajo y sacrificio llegar a lo más alto tanto a nivel nacional como mundial.

Por su parte, Lidia Valentín, la mejor haltera española de todos los tiempos que cuenta en su haber no solo con oros mundiales y europeos, también con tres preseas olímpicas, ha asegurado en un buen número de ocasiones que «algunos deportistas, principalmente hombres, tienen mucho más seguimiento en medios de comunicación sin haber demostrado nada. Por el contrario, las mujeres estamos prácticamente obligadas a llegar con la medalla de oro y el título de campeonas del mundo bajo el brazo para que se nos preste algo de atención».

La haltera berciana añade que «no me considero una persona que tenga que derribar ni estereotipos ni prejuicios. La mayoría de ellos vienen del desconocimiento. Yo reivindico que el deporte no es cuestión de sexos y que todo se basa en una cuestión personal, cada uno tiene que practicar lo que le guste. Lo más importante es valorar el talento por encima del sexo de la persona que está llevando a cabo esa hazaña.

La falta de patrocinadores es un déficit para que puedan centrarse en el deporte en exclusividad

Esa igualdad es la que esgrimen atletas como Blanca Fernández y Sabina Asenjo para las que en su deporte la diferencia hombre-mujer no existe. «El camino a la elite nunca es sencillo, independientemente de cuál sea la actividad. Requiere de mucho sacrificio personal y familiar pero que muchos estamos dispuestos a pagar si así nos acercamos a nuestro objetivo. A mi concretamente me ha llevado media vida y sigo trabajando felizmente en ello. Mi atletismo, por ser un deporte individual, me ha permitido compaginar estudios y vida familiar pues no dependo de viajes o concentraciones en equipo, pero por contra, tal individualidad lleva a que algunos patrocinadores sean reacios a acompañarnos en el camino pues no ven un retorno contable e inmediato. Cosa que se puede no pensar si hablamos de un equipo de múltiples jugadores».

Una de las mejores atletas de fondo españolas lo tiene muy claro: «El ser mujer para mi no ha sido impedimento de nada, al contrario; no somos muchas las aventuradas al deporte de élite y creo que la gente es positivamente receptiva a vernos pelear por un sueño. Me gusta romper estereotipos y me alegra ver que cada somos más las mujeres que pensamos así», puntualiza.

Sabina Asenjo, toda una número uno en el lanzamiento de jabalina precisa que para llegar alto, en este caso lejos, no tienes que ser mujer ni hombre, sólo trabajar y disfrutar en lo que haces. A veces también un poco de suerte, pero en un deporte como el suyo, «la diferencia entre hombre y mujer no la considero destacad. En mi caso siempre he entrenado con compañeros y el trabajo ha sido el mismo. También en la competición ya que considero igual de importante una carrera de 1.500 metros en categoría masculina como la misma distancia en la femenina».

La clave para llegar lejos es el sacrificio diario aunque a veces este no encuentre recompensa

Eso sí, Sabina se refiere a las ayudas como algo que en el deporte español está bajo mínimos, en especial en algunas disciplinas. «En mi caso a veces tienes que renunciar a una beca en detrimento de otra cuando con las dos podrías vivir dignamente de lo que haces. No estoy por la labor de que todo tenga que venir del Estado, también de los patrocinadores. Pero en España estamos a años luz de esta filosofía porque existen pocos y en muchos casos no te aseguran una continuidad».

Otro deporte que ha dado a León muchos días de gloria es la gimnasia rítmica con el Ritmo a la cabeza y gimnastas como Carolina Rodríguez y Sara Llana luciendo su calidad en todos los escenarios. Para Carolina, que tuvo que afrontar unos primeros años en los que la precariedad de las instalaciones fue un enemigo mayor que sus rivales en el tapiz. «La verdad es que cuesta muchísimo llegar a un buen nivel no solo por el trabajo físico y mental que requiere, también nos costó mucho encontrar las condiciones idóneas para entrenar como las que tenemos ahora en el CAR de León». Y añade, «sigue habiendo dificultad para encontrar ayudas en todos los deportes y más si se trata de los individuales y femeninos, aunque parece que la cosa va mejorando poco a poco.En mi caso ha sido fácil destacar como mujer en la gimnasia rítmica porque se trata de un deporte mayoritariamente femenino y mi trayectoria ha durado muchos años, pero lo que más he puesto ha sido pasión».

Eso sí también apostilla que «nadie puede pensar hoy en día en que el deporte es una forma de vida, si es un estilo, pero cuando acabas te quedas con una mano delante y la otra detrás. Bajo mi punto de vista un deportista también trabaja, de otra forma, para una institución y para un país, aunque luego parezca que sólo es un hobby, nos dejamos mucho la piel y los sentimientos en algo que supone esfuerzo diario».

Considerada su sucesora en la rítmica y sin duda alguna una de las gimnastas con mayor talento, la también leonesa Sara Llana precisa que «la gimnasia es un deporte muy sacrificado y desde muy temprana edad tenemos que exprimir el cuerpo y la mente al máximo. Requiere muchas horas de entrenamiento, muy buenas cualidades físicas y mentales». Sobre sus inicios apunta que «desde que tenía seis años empecé como un hobby y al ver que es un deporte que se te da bien los entrenamientos empiezan a complicarse, tienes que compaginar horarios de entrenamiento con los estudios, pues a pesar de estar al más alto nivel internacional, no te puedes ganar la vida con ello. Los patrocinios son escasos y las ayudas bastante limitadas, pues en muchas ocasiones el dinero para los viajes de competición sale de las familias de cada gimnasta, en mi caso tengo mucha suerte porque mi club siempre está muy involucrado con sus gimnastas y me ayudan mucho en todos los aspectos. Ahora tengo varios patrocinadores en material y ropa deportiva, lo que me facilita poder continuar con este deporte sin dificultad. Mis mayores apoyos han sido siempre mi familia y mi club, que tratan de que esté siempre al 100% en todos los aspectos».

En el mundo del fútbol la diferencia tal vez es una de las más notables, como apunta la astorgana Cristina Martínez, integrante del Deportivo en la máxima categoría del fútbol femenino español, la Liga Iberdrola. Aunque por suerte va cambiando. «Yo empecé jugando al fútbol con mis amigas y en mi ciudad. Y era muy feliz. Ahora estoy disfrutando de otra manera. El Deportivo me ha hecho vivirlo de manera profesional», Apunta. Para la jugadora maragata, «de pequeña siempre jugaba con los chicos y no tuve ningún problema de discriminación. Si que es cierto que sigue habiendo mucha gente que ve mal que las mujeres juguemos al fútbol. Parece que les molesta. Pero por suerte cada vez son menos».

Por su parte Alba Sánchez, tercera en el último Campeonato de España de rallyes junto a Surhayen Pernía, apunta que su pasión por el mundo del motor «es desde muy pequeña. Empecé formándome y poco a poco he ido subiendo escalones, en parte gracias a mi entereza a la hora de aceptar los retos que se me iban presentando, por muy ambiciosos que fueran». Y añade que «mi manera de trabajar siempre ha sido ajena a cualquier factor externo que pudiera afectar mi crecimiento como copiloto, porque es verdad que en ocasiones se controlan se ‘controlan’ más nuestros resultados o metodología. En parte supongo que porque por minoría en las listas de inscritos llamamos más la atención. No caer en ese juego ha sido la clave para no haber recibido nunca un trato diferente, ni preferente ni lo contrario que a mis compañeros, y en esencial para llegar a competir a este nivel y ser reconocida por mi trabajo».

Son sólo algunos ejemplos de deportistas leonesas que han llegado a lo más alto. En el pasado y presente lo han hecho entre otras Celsa, Margarita Ramos, Érika Villaécija, Eva Sahagún, toda una referente en el atletismo actual como Nuria Lugueros, Marta García, Ángela Salvadores, Raquel Carbajo... Son y serán un referente.

Y un ejemplo de que cuando se quiere, también se puede.

tracking