«Nunca seré presidente del Gobierno»

-¿En el Gabinete actual están todos los que son en el Partido Populaar? -No, son muchos más. En el Gobierno no cabe todo el mundo. -Es que todos los altos dirigentes del PP están en el Ejecutivo. -Algunos no están. Piense en Jaime Mayor, que no es del Gobierno y tantos otros presidentes de Comunidades Autónomas y cargos importantes. -¿Sintió vértigo al dejar la Presidencia de la Comunidad Valenciana? -A estas alturas, vértigo se siente pocas veces. Pero es cierto que hay sentimientos personales que te afectan, por mucha experiencia que tengas. -¿Qué es más importante ser presidente autonómico o ministro? -Eso es como preguntarle a un niño si quiere más a papá o a mamá. Ser presidente de una Comunidad Autónoma es algo importantísimo, fundamental. Probablemente, haber dirigido la Comunidad Valenciana durante siete años sea la responsabilidad más importante que vaya a tener en mi vida. Me corresponde ser miembro del Gobierno de España y a tan alto honor no llega todo el mundo. Creo que hasta hoy he cumplido adecuadamente con mi obligación y ahora intento hacer lo propio. -¿No teme perder peso político por abandonar su territorio? -Los territorios no pertenecen a nadie. Lo que avala una actividad política es la gestión, el trabajo y la capacidad. En ese sentido, no tengo ningún temor. Después de haber sido alcalde, presidente de la Comunidad Autónoma y ministro, lo único que me apetece es poder cumplir adecuadamente con mi obligación y dar los mejores resultados. -Tras tanto cargo, sólo le queda ser presidente del Gobierno. -Pues ése no lo voy a ocupar nunca. Mis responsabilidades y ambiciones en política están absolutamente colmadas. -¿Ha dicho que no será presidente del Gobierno? -Acabo de decirle que no seré nunca presidente del Gobierno. -¿Dejará el cargo de vicepresidente del Comité de las Regiones? -Sí, tengo que dejarlo. Presentaré la renuncia, en el primer pleno del Comité, para dedicarme al Ministerio en cuerpo y alma. -¿Se ha ampliado el abanico de candidatos a la sucesión? -Creo que está muy bien como está y ninguno tenemos el más mínimo interés en que se mueva. Ese abanico quedó más o menos establecido en el congreso del partido y todos estamos muy de acuerdo con ese esquema. -Hay quien ve más aspirantes, además de los vicesecretarios. -No voy a llevarle la contraria a los analistas políticos pero a mí me parece muy bien el esquema tal y como está. Si hay alguna ambición más, que desconozco en estos momentos, bienvenida sea. -¿Tiene usted un candidato? -Cualquiera de los que suenan sería un candidato excepcional. Ésa es la ventaja que tiene el PP. A otro partido político le sería imposible hacer un proceso de esta naturaleza con la cohesión y serenidad con que lo está llevando el PP. Sea el que sea el candidato elegido, tendrá a todo el partido unido detrás de él, y desde luego, será presidente del Gobierno. Sobre eso no hay duda. -¿Descarta sorpresas? -Ni descarto ni afirmo porque no tengo ni idea de cuál puede ser la decisión que tome el partido en última instancia. El esquema que salió del último congreso me parece razonable. -¿Puede adelantarse la elección del sucesor prevista para otoño? -Creo que no porque esos calendarios están fijados de forma muy sensata y razonable. -¿Relaciona con el proceso sucesorio las voces discordantes de Alvarez-Cascos? -No ha habido voces discrepantes. Han existido interpretaciones sobre afirmaciones pero me consta que la relación entre Javier Arenas y Alvarez-Cascos es excelente. -¿Entonces por qué le critica? -Lo que pasa es que, en estos tiempos, todo se ve en clave de sucesión. Ante cualquier comentario, siempre se buscan los tres pies al gato. Lo que hace Paco Cascos es, de vez en cuando, alguna reflexión, como ha hecho toda la vida. -¿Qué será más importante la disciplina o acertar en la elección? -Estoy seguro de que acertaremos y también que la disciplina y la unidad están garantizadas. Éste es el mejor partido que ha tenido España en sus sistemas democráticos. No me tengo que remontar a periodos históricos para recordar lo que pasó con la UCD, partido en el que milité, y con el PSOE. Sin embargo, el PP es un partido fraguado en la oposición y en la dificultad, con un nivel de cohesión interna importante y que se puede permitir este tipo de procesos sin sufrir la más mínima fisura.