Diario de León

Todas las víctimas de Melilla murieron atrapadas en la cancela española

Las imágenes aéreas y terrestres de la Guardia Civil ratifican que la avalancha fue en territorio nacional

Imagen de un grupo de migrantes subidos a la valla de Melilla. FRANCISCO G. GUERRERO

Imagen de un grupo de migrantes subidos a la valla de Melilla. FRANCISCO G. GUERRERO

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«Todo pasó allí, pero allí no pasó nadie. o casi nadie», afirman mandos operativos de la Guardia Civil. La tragedia de la valla de Melilla no ocurrió, en realidad, en la valla. Fue en una cancela y la «casi totalidad» de los inmigrantes que trataron de atravesar la verja acabaron en un «embudo mortal», sostienen los agentes que aquel 24 de junio estuvieron allí. Los vídeos aéreos y fotografías de la Guardia Civil confirman su versión. Solo se ven cuerpos inertes en la cancela bajo control español. No se aprecian más posibles cadáveres en ningún otro lugar de la valla.

Las grabaciones del instituto armado constatan que la avalancha mortal se inició a las puertas de la última verja del paso fronterizo y que esta acabó con decenas de personas tendidas inmóviles en el patio dentro de las infraestructuras del puesto fronterizo de Barrio Chino. Una zona esta última —bajo soberanía española y bajo control exclusivo de la Guardia Civil— que fue la que el lunes visitaron sin cortapisas los diputados españoles desplazados al lugar, pero que aquel viernes estuvo inundada de fuerzas del país vecino para repatriar cadáveres y heridos a territorio marroquí. Ese aciago 24 de junio —explican a este periódico responsables de la Guardia Civil en Melilla— lograron llegar a territorio español 133 inmigrantes subsaharianos, la inmensa mayoría de Sudán del sur y del norte. Pero ninguno, a día de hoy, ha admitido haber entrado en Melilla a través de la ‘cancela de la muerte’. De acuerdo con las investigaciones de la comandancia, todos los subsaharianos que lograron ‘ganar’ tierra española lo hicieron trepando los más de seis metros del vallado doble, el procedimiento tradicional.

Escalando las concertinas

Así, la inmensa mayoría de los ‘sin papeles’ que llegaron a España consiguieron consumar su peligrosa aventura escalando al techado del puesto fronterizo de Barrio Chino y saltando el perímetro. Un vallado todavía coronado por las concertinas que el ministro Fernando Grande-Marlaska se comprometió a quitar. Responsables del instituto armado explican que «la inmensa mayoría» de los casi 2.000 subsaharianos optó por la vía aparentemente más fácil, directa y segura: la de esperar a que sus compañeros rompieran las cerraduras de la valla con radiales y mazas en una maniobra «perfectamente organizada» y así poder entrar a pie.

Las grabaciones del dron y las cámaras apuntan a que mo. Se aprecia cómo a partir de las 9.00 horas los funcionarios españoles trasladan a la fuerza a inmigrantes a la frontera para su ‘devolución en caliente’. Poco antes de las 9:30 efectivos marroquíes —según se aprecia nítidamente en las imágenes de la Guardia Civil— despejan el tejado del puesto fronterizo de Melilla, en territorio español, como la totalidad de las edificaciones del paso de Barrio Chino.

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