Diario de León

La consulta popular tendrá lugar aunque el Gobierno autonómico no llegue a un acuerdo con el Ejecutivo central

Ibarretxe propone un referéndum para el año 2005 «en ausencia de violencia»

El plan del lendakari reclama las competencias de la Audiencia Nacional para el TSJPV

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Gonzalo Bareño - redacción | vitoria
León

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El Gobierno vasco someterá a referéndum su propuesta de Pacto Político para la Convivencia, el plan Ibarretxe, con la aprobación de las Cortes generales de Madrid o sin ella. El lendakari no puso ayer más condición para la consulta popular que la de que se celebre «en ausencia de violencia». Ibarretxe detalló por fin ante la Cámara vasca el contenido de su proyecto para la libre asociación de Euskadi con España, en un debate que consideró como «el más importante de los últimos 20 años». E incluso puso plazos concretos para la aprobación definitiva del estado libre asociado que, según su programa, podría llegar en primavera del 2005, tras aprobarse en la Cámara vasca y, en su caso, en el Parlamento central. El lendakari tendió la mano al diálogo a todas los grupos para mejorar su plan y aseguró que la carrera iniciada ayer abre una etapa «post-ETA». Lejos de moderar lo ya conocido del pacto, Ibarretxe presentó un plan de máximos con propuestas que llevan la carrera por la soberanía mucho más allá de lo previsto, con un poder judicial propio y plenipotenciario, una gestión integral de la Seguridad Social, una relación de igual a igual con España y con su Tribunal Constitucional y una total libertad para establecer sus relaciones con Navarra y los territorios franceses de Iparralde. El Gobierno vasco tiene, según el proyecto, «toda la legitimidad jurídica» para reformar el Estatuto dada la facultad que el propio Estatuto le confiere para impulsar cambios en su articulado. El primer paso hacia la soberanía será la aprobación del articulado del proyecto de ley, el próximo 25 de octubre, aniversario del Estatuto vasco. Si la negociación con las Cortes Generales se «frustrara», como parece posible, el Pacto para la Convivencia se someterá igualmente a consulta social siempre que se de una «ausencia de violencia», según el lendakari. Competencias judiciales Ibarretxe dibujó un nuevo y revolucionario escenario para Euskadi en el que el País Vasco tendría un poder judicial autónomo en el que se agotarían todas las instancias procesales, dejándose al Tribunal Supremo español únicamente las funciones de «unificación de doctrina» y conflictos de competencias. La justicia vasca asumiría incluso «las competencias que actualmente ostenta la Audiencia Nacional». Las reformas que ayer propuso Ibarretxe no afectarían sólo a la Justicia vasca, sino al mismo Tribunal Constitucional español, que debería constituir «una sala específica» para conocer de conflictos con Euskadi cuyos miembros se designarían paritariamente por el Constitucional y el Parlamento vasco. El plan contempla reconocer para Euskadi de su «identidad propia» como pueblo que, según Ibarretxe posee desde «los albores de la historia». Se reconocería también el derecho de autodeterminación y se crearía una «ciudadanía vasca» a la que podrán acceder todos los que «tengan vecindad administrativa» en algún municipio de Euskadi. Se crearía asimismo la nacionalidad vasca «con la misma validez que la nacionalidad española» y siendo ambas «totalmente compatibles». El otro punto más polémico de la reforma es el que supone la ruptura de la caja única de la Seguridad Social, al reclamarse la recaudación de las cuotas de la Seguridad Social y la gestión plena de estos fondos. Repulsa a ETA El lendakari destacó al principio de su discurso su compromiso con los derechos humanos y su repulsa de la violencia terrorista, que calificó como un «cáncer que atenta contra la convivencia». Insistió en que su plan contribuirá a «expulsar a ETA de nuestras vidas». Pero Ibarretxe también tuvo palabras muy duras para el PP y el Gobierno central, a los que acusó de ampararse en el «disfraz» de la lucha antiterrorista para impulsar un recorte de las libertades y del autogobierno. A los socialistas les acusó también de dar una «cobertura inexplicable» a esta estrategia y a la aprobación de una ley de partidos que coarta el derecho a votar a una «opción política determinada». Al líder de Socialista Abertzaleak, Arnaldo Otegi, le espetó que frente a su pretensión de que el futuro de la región se decida «en sus chiringuitos» el nuevo marco legal vasco se decidirá en el Parlamento. «Euskadi es un país en marcha y con futuro», dijo Ibarretxe para resumir su optimismo ante su propia propuesta.

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