Un clamor rotundo pero pacífico

El campo paramés volvió a demostrar ayer el espíritu de lucha por sus intereses que lo ha caracterizado en sus últimas décadas. Unos 4.000 agricultores de la comarca se desplazaron hasta la vallisoletana localidad de Fuensaldaña, sede de las Cortes de Castilla y León, para mostrar su rechazo a las tarifas de riego que la CHD pretende imponerles. Todo ocurrió de forma pacífica, sin el más mínimo incidente. Las fuerzas del orden que se encontraban preparadas no tuvieron que intervenir en ningún momento. La jornada comenzó temprano. A las ocho y media de la mañana los cerca de cincuenta autobuses contratados pasaron por cada una de las localidades para recoger a los manifestantes. De allí se trasladaron a Villamañán para salir todos juntos hacia Fuensaldaña. Tras una hora larga de viaje, la caravana llegó a la localidad vallisoletana. Allí se dirigieron en manifestación hasta llegar a las puertas de las Cortes. Los dirigentes de la Comunidad de Regantes junto con los alcaldes de la zona encabezaron la marcha portando una pancarta en la que podía leerse: «Por el futuro del Páramo Bajo. Queremos pagar, lo justo». Detrás, los 4.000 trabajadores del campo congregados llevaban sus propias pancartas. Una decía: «Qué calvario con el Omaña. Nos metisteis el trasvase y ahora nos queréis meter caña»; otra: «3.000 familias a la ruina que no os van a votar» y así un largo etcétera. Tras la reunión mantenida entre el presidente del Sindicato de Riego, Herminio Medina, y el de la Junta, Juan Vicente Herrera, y el compromiso de celebrar otro encuentro mañana, los regantes se marcharon a sus casas esperanzados en que en esa negociación se llegue a una solución al conflicto. «Si no somos capaces de hacer frente a estas tarifas, ¿cómo vamos a meternos en más obras, como propone el consejero?» HERMINIO MEDINA Presidente de la Comunidad de Regantes del Páramo Bajo