Zapatero a tus zapatos

ESTABA claro que dos tardes de clases no iban a ser suficientes. Y asi ha quedado constatado en el debate de presupuestos. Rodríguez Zapatero no ha aprendido o los que le han enseñado lo han hecho mal, lo cual sería preocupante. Es cierto que Montoro es pelín aburrido, pero la contundencia de los logros en estos años y las cifras fue arrollador. Lo más destacable de la réplica al pobre discurso de Zapatero fue que éste hizo un mal diagnóstico de lo que obviamente se deriva un mal tratamiento. Zapatero hablaba del 1995 y estamos en el 2003. El ministro, aún reconociendo que se puede hacer más en la lucha contra la inflación y la precariedad laboral, dejó claro que las previsiones del PSOE para el año que viene son inferiores en crecimiento económico, en creación de empleo, en gasto en pensiones. Le reclamó su propuesta fiscal, su idea de bajar los impuestos y qué iba a hacer con la presión fiscal si, por ejemplo la recaudación por IVA crecía fruto de la mayor actividad. Nos quedamos sin saberlo. Zapatero se quedó en el discurso ya conocido de su asesor Miguel Sebastián sobre la productividad y la precariedad, pero sin más medida que invertir más en I+D+I, la creación de una agencia pública del alquiler, lo que convertiría a Zapatero en el casero mayor del reino, y la puesta en marcha de la agencia de control presupuestaria. Además de no traspasar ni un duro a comunidades autónomas y ayuntamientos, lo cual está en contra de las leyes aprobadas en este terreno.