Diario de León

Antonio Canedo Aller (PSOE): El levantador de peso con D.O. Bierzo

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Roberto Arias - ponferrada
Ponferrada

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Antonio Canedo arrastra discre-tamente la cojera intermitente de su pierna derecha. Casi con el mismo disimulo que emplea cuando le conviene para recomponer los rompecabezas que con más frecuencia de la cuenta tiene que arreglar en el seno del socialismo berciano. La cojera es la secuela de su implicación itinerante en la campaña de las elecciones municipales de 1987, cuando sufrió un grave accidente de circulación. Entonces salió elegido alcalde de Camponaraya por segunda vez. La primera que concurrió al Ayuntamiento de este municipio colindante con el de Ponferrada, en 1983, arrasó y obtuvo la mayoría absoluta para el PSOE. Desde esa fecha, Canedo -a punto de cumplir los 51- se ha convertido en un seguro de vida para el partido en las sucesivas convocatorias municipales. Este éxito, fundamentalmente, y su pericia en la reparación y mantenimiento de las cañerías del partido es lo que le ha ido aupando a otras responsabilidades de mayor calado hasta alcanzar ahora la cima de la candidatura al Senado. La fontanería orgánica es más que una obligación, casi una pasión para él, aunque el siempre haga una exhibición de inevitable abnegación. Tal vez se trate de un defecto profesional, asociado a su antiguo puesto como administrativo en la Comunidad de Regantes del Canal Bajo del Bierzo, empleo del que se jubiló precisamente a raíz de su accidente de circulación del año 87. Entre ese año y 1995 el que parece el eterno alcalde de Camponaraya fue diputado provincial y desempeñó importantes cargos en el Palacio de los Guzmanes como el de vicepresidente tercero para el Bierzo -miembro de la comisión de gobierno- o el de delegado del área de Turismo y Deportes. El deporte es uno de los grandes deleites personales de Canedo, Toño para los amigos y parroquianos. Aunque lo que le priva realmente es el mundo de la halterofilia. Ahora está empeñado en convertir a Camponaraya en una especie de centro de alto rendimiento para los practicantes de esta modalidad. Y no duda en compartir su dedicación al Ayuntamiento, a su mujer y a sus tres hijos, con la atención más que activa a los halterófilos más prometedores. La vocación por levantar pesas y cargar con pesos le debió aflorar al hilo de su salida del seminario diocesano donde cursó estudios medios. Ha sido entrenador y ahora mismo preside la Federación Castellano Leonesa de Halterofilia. Además forma parte de la directiva de la Federación Española. También le encantan la filatelia y los coches clásicos. Comparte sus recorridos por carretera con un mimado 600 de color amarillo y con un potente BMW. Y en los últimos años ha tenido que hacer muchos kilómetros. Primero para dominar en buena medida las agrupaciones comarcales del PSOE, que hace apenas unos meses le entregaron efectivamente el timón de la organización en el Bierzo, y luego para estar presente en Fuensaldaña, donde fue procurador hasta las pasadas elecciones. También manda mucho en el Consejo Comarcal del Bierzo. Sus detractores, o acaso quienes le quieren bien, consideran que es el auténtico presidente de la institución. Y de su buena relación y estrecha colaboración con José Luis Rodríguez Zapatero da fe la época que compartió con el ahora secretario general de los socialistas como secretario de Acción Electoral de aquella ejecutiva provincial que lideraba el actual jefe de la organización. Su afán por estar al tanto de todo lo que se mueve en el partido también le ha granjeado más de una enemistad acérrima entre los socialistas que piensan que ejerce demasiado su santa voluntad. Además, hay quienes le reprochan la extraña y buenísma relación personal que mantiene con algunos dirigentes del Partido Popular en la comarca. Algo que sin embargo entierra con una profesionalidad a prueba de bombas cuando se trata de confrontar la oferta o las demandas del PSOE con las tesis de los populares. Luego, si hay que echar unas risas, Canedo hace gala de un notable don de gentes, y si la fiesta se prolonga muy pocas veces hace ascos a un buen y refrescante ron con Coca-Cola.

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