El vía crucis cantado
Las cofradías del Santísimo Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de las Angustias y Soledad celebran dos procesiones iniciadas en 1993 Flores del Sil vivió con pasión la procesión del Santo C
La procesión del Dolor de Nuestra Madre, organizada por Angustias y Soledad, en Burgo Nuevo
En el interior del Convento de San Francisco, de los padres Capuchinos, se celebró ayer el tradicional vía crucis cantado. A lo largo del recinto se interpretaron los catorce cánticos, correspondiente cada uno de ellos a las estaciones. Todo el acti fue presidido por el paso titular de la orden, el Santísimo Cristo de la Expiración. La obra fue realizada por García Irurozqui en 1941 y corresponde a la tipología de un Cristo crucificado. Esta talla fue la imagen titular de la cofradía de los toreros en la basílica de Jesús de Medinaceli en Madrid, de donde fue recuperado para ser trasladado a León. El recorrido antiguo, que se realizaba en el exterior y que fue modificado en 1993, iba desde el convento de los Capuchinos a la antigua iglesia de San Claudio. Las paradas o rezos se realizaban en catorce puntos o posas marcados por cruceros para simbolizar el periplo mortuorio de Cristo y es posible que el acto se realizara el Jueves o el Viernes Santo. Los pasos, un Ecce Homo, una Soledad, un Nazareno y un Cristo Crucificado. Los actos finalizaron con el besapie al titular de la cofradía, el Cristo de la Expiración. Ayer, la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledades celebró la procesión del Dolor de Nuestra Madre, que se oficia desde 1993. Los pasos elegidos fueron la Virgen de Angustias, la Soledad y la Virgen de las Lágrimas. La novedad más destacada de esta comitiva reside en el trono que estrenó la Virgen de las Lágrimas, aquirido a una cofradía de carácter mariano de Sanlucar de Barrameda. Posee dos alturas con paneles rectos en la parte baja y molduras convexas.