Caldera considera el Plan Oeste la «discriminación positiva» territorial Rajoy tacha de «dictatoriales» algunas medidas socialistas

El ministro de Trabajo y diputado por Salamanca, Jesús Caldera, sostuvo ayer que el Plan Oeste «es un ejemplo de la aplicación de las políticas de discriminación positiva en el ámbito territorial» y recordó que «con esa intención lo encargó Rodríguez Zapatero». «Las ideas son muy claras: debe aplicarse una política de igualdad en todos los terrenos. En las relaciones entre los hombres y las mujeres, con los discapacitados, con los que tienen pocos recursos -y por eso subiremos las pensiones más bajas- y con los territorios y, por eso, las zonas menos desarrolladas se beneficiarán de estas políticas», señaló Caldera. El diputado salmantino calificó de «día histórico para la región» el próximo 23 de julio, fecha en que León acogerá un Consejo de Ministros en el que se aprobarán las principales líneas de actuación del Plan del Oeste, pero indicó que «no tanto porque sea la primera vez que se celebre una reunión de este tipo en la región, son por el calado de las acciones que desde allí se impulsarán». Respecto a su inclusión en la Ejecutiva Federal, Caldera explicó que «siempre ha sido un honor trabajar con Rodríguez Zapatero y si él quiere volver a hacerlo será una satisfacción». Sin embargo, justificó su inclusión en la dirección del partido no tanto en su condición de ministro como en la relación que mantiene con el secretario general «y el proyecto que iniciamos hace muchos años y que en el año 2000 se plasmó en un nuevo proyecto para el PSOE». En este sentido, el ministro de Trabajo consideró que el PSOE-CyL sale reforzado de la reunión, aunque recordó que su presencia en los órganos de partido y en el Gobierno «ya es notable». «Eso es importante, pero lo esencial es que Castilla y León debe estar en nuestros objetivos políticos», señaló. Los dirigentes provinciales del PSOE respaldaron ayer la petición del secretario regional, Ángel Villalba, para que el Gobierno aplique políticas de «discriminación positiva» referidas a Castilla y León y se mostraron «convencidos» de que la actuación del Ejecutivo permitirá cambiar el color político de la Comunidad en las autonómicas de 2007. Así, el responsable socialista en León, Miguel Martínez, resumió el significado de este compromiso del que dijo que «debe producirse el máximo esfuerzo». «Lo esencial es que Castilla y León debe estar en nuestros objetivos políticos» JESÚS CALDERA Ministro de Trabajo El secretario general del PP, Mariano Rajoy, aseguró ayer que el Gobierno de Zapatero ha cambiado el buen talante «que decían iba a ser el eje de su política» por una serie de «actos dictatoriales», como el relevo en la cúpula militar. Rajoy afirmó en un acto en Córdoba que los cambios que se han producido en la cúpula militar «ha sido un desalojo por la vía del más duro de los decretos, saltándose todas las formalidades, y eso no es talante, sino un acto dictatorial de primera magnitud». El secretario general del PP incluyó también como ejemplos de esos «actos dictatoriales» cuestiones «como que el fiscal general del Estado se enterara de su cese por la prensa» o las críticas contra el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por sus opiniones, «otro acto dictatorial que no refleja precisamente buen talante». Rajoy, quien señaló irónicamente que «un ejemplo de buen talante es que nosotros queremos que el congreso que celebra el PSOE les salga como todos queremos que les salga», indicó que los comienzos del nuevo Gobierno «no han sido buenos». Destacó que, «sin hacer ningún juicio de valor, los dos acontecimientos políticos más relevantes de los últimos meses han sido dos decisiones del presidente del Gobierno», la primera «votar en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución pidiendo a todos los países que manden tropas a Irak», y la segunda «mandar tropas a Afganistán ocultándolo en la campaña electoral europea». En su opinión, los primeros meses del Gobierno de Zapatero se han caracterizado «por su falta de iniciativa política» y por su «obsesión de hacer lo contrario que hizo el PP», de tal forma que ha derogado la Ley de la Educación, el trasvase del Ebro y «se ha cargado la estabilidad presupuestaria así como el peso que España había conseguido en el tratado de Niza, dilapidando la colosal negociación que en su día hizo Aznar».