Como profeta en su tierra

«He visto a Zapatero absolutamente feliz». El presidente del Gobierno debió acostarse anoche con dolor de mandíbulas tras mantener durante horas y horas una sonrisa prominente desde su primera aparición pública, pasadas las 9.30 horas a la puerta de San Marcos para participar en la foto de familia con sus ministros. La número dos del Ejecutivo, antes de irse a comer al hostal, resaltó lo feliz y satisfecho que se encontraba su jefe. Fernández de la Vega subrayó la alegría de Zapatero por traer el Gobierno a León y anunciar una inversión millonaria impensable para él hace cuatro años desde su papel de diputado. Traje gris marengo y corbata burdeos a rayas. El presidente optó por un atuendo sobrio, frente a los colores más veraniegos de los ministros Solbes y López Aguilar. Siguiendo los tonos más solemnes de Zapatero también Bono, Caldera, Alonso y Jordi Sevilla. La corbata, prácticamente todas rayadas, uniformaba la imagen general de los hombres con cartera. Entre las ministras, por cierto más numerosas en este consejo que sus compañeros -ocho frente a seis, ya que faltaban Moratinos y Montilla-, el traje pantalón predominó en la elección final. Colores estivales como el lila de Narbona, el crema-blanco-gris de Carmen Calvo y Elena Salgado, a rayas negro de Magdalena Álvarez o la siempre arriesgada y difícil combinación del burdeos y el rosa de la vicepresidenta. Sólo dos prefirieron la combinación de chaqueta y falda para la ocasión: la ministra de Educación y la de Agricultura, además con medias; claro ya se sabe la fama de frío de León incluso en julio, la Reina lo conoce bien, por ejemplo. Tacones altos, en casi todas, completaron el atuendo. A las 8.30 la plaza de San Marcos aún estaba prácticamente vacía, sólo el alcalde de la ciudad esperaba pacientemente a la puerta de San Marcos la llegada de tan ilustre comitiva. Todos los ministros aterrizaron en avión, menos el presidente y la vicepresidenta que ya aguardaban al grupo desde el día anterior. Operarios de limpieza daban los últimos toques a la zona acordonada y los policías sintonizaban la frecuencia de sus walkies. Helicópteros sobrevolaban la capital y una larga cola de periodistas y gráficos esperaban su acreditación con impaciencia en el Auditorio. A esa hora, sólo algunas amas de casa que regresaban del paseo y peregrinos, además de decenas de leoneses que acudían a trabajar y curioseaban fugazmente. A las 9.00, el minibús con los ministros, en la avanzadilla del grupo, Bono -ya saludando a lo estrella de rock-, Alonso y Magdalena Álvarez. Varias protestas recalaron en la plaza en busca de eco. Tres horas de Consejo hicieron de León la capital de España.