El PSOE emprende contactos para que lograr el apoyo necesario en el debate de presupuestos

El Gobierno necesita la colaboración de los grupos parlamentarios nacionalistas y de otras fuerzas minoritarias con representación en las Cortes para sacar adelante los Presupuestos del Estado del 2005, el proyecto estrella en el arranque del curso político. El PSOE ha iniciado los contactos, y está a punto de cerrar un acuerdo por un año con ERC, el aliado de los socialistas catalanes en el tripartito. Hay signos positivos en la aproximación a Coalición Canaria, mientras se perciben más dificultades con Convergencia i Unió y con el Partido Nacionalista Vasco. A finales de agosto y primeros de septiembre, el vicepresidente económico Pedro Solbes tomará las riendas de las negociaciones. El borrador de Presupuestos del Estado para el 2005 ya está elaborado por el Gobierno, a falta de los últimos ajustes, y el Consejo de Ministros lo examinará en la reunión del Gabinete del próximo viernes, que marca el final de las vacaciones. La inversión pública se vuelca en vivienda, educación e investigación y desarrollo. Los ministros que habitualmente administran más cuota de gasto ya han aceptado las prioridades. Pero el partido en el poder necesita apoyos externos para sacar adelante las cuentas públicas. Cabe recordar que a favor de la investidura de José Luis Rodríguez Zapatero votaron ERC, Izquierda Unida e ICV, en tanto Convergencia i Unió y el PNV se abstuvieron. En el terreno económico, el debate del techo de gasto para el 2005, celebrado a finales del pasado junio, fue un primer ensayo, que el Ejecutivo sacó adelante en dos tiempos. En el Congreso, CIU votó en contra, y el PNV e Izquierda Unida se abstuvieron, pero en el Senado la única oposición fue del PP, ya que el Gobierno captó voluntades con el compromiso de cambiar la ley de Estabilidad que en su día impuso el Gobierno de José María Aznar. Los nacionalistas, y también las fuerzas políticas de izquierda, consideran que esa norma supone una imposición e incluso una injerencia en la administración de las cuentas de las autonomías y corporaciones locales. En paralelo al debate de Presupuestos, el Ejecutivo socialista tiene que llevar ahora al Parlamento un texto de consenso para modificar esa ley y reconocer autonomía financiera a los entes territoriales. El cambio no supone que las autonomías puedan pactar un déficit a la carta, sino que comuniquen las cifras reales de sus cuentas, y, en caso de que arrojen números rojos, planteen la fórmula para corregir las desviaciones. Las críticas del PP El debate presupuestario será el eje fundamental del discurso de oposición del PP en el nuevo curso político, como ya ha anunciado recientemente Mariano Rajoy cuando acusó al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero de carecer de una política económica definida. «El Gobierno tiene que empezar a hablar en serio y fijar ya con rapidez las líneas básicas de su política económica porque ya han pasado sobradamente los cien días», dijo. De acuerdo con su pronóstico, la situación económica del país va a empeorar por la falta de coherencia del programa socialista, el retraso en la adopción de medidas y la debilidad del Ejecutivo, que se verá obligado a pactar con los grupos minoritarios, según fuentes de la dirección popular. «Vamos a criticar los incumplimientos de sus promesas de investidura y sus compromisos electorales», anunció un representante del primer grupo parlamentario de la oposición. «La economía va a ir mal porque no han tomado una sola medida y se les están desmandando las cosas», añadió.