Diario de León

Socialistas y populares acusan al lehendakari de instalarse en el desafío permanente al Estado de Derecho

Ibarretxe dice que habrá referéndum con o sin el visto bueno del Congreso

Otegui afirma que el presidente vasco se guía sólo por intereses electorales

Arnaldo Otegui ayer en el Parlamento vasco

Arnaldo Otegui ayer en el Parlamento vasco

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Lucas Irigoyen - vitoria
León

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Juan José Ibarretxe anunció ayer que sólo tendrá en cuenta la palabra del Parlamento vasco para convocar un referéndum que ratifique su plan soberanista. El lehendakari insistió en que «la suerte de Euskadi se juega y se decide en Euskadi, no en Madrid» y, por tanto, habrá una consulta a los vascos tanto si el Congreso de los Diputados da el visto bueno a su proyecto como si lo rechaza. El último debate sobre política general de la cámara vasca en la actual legislatura transcurrió sin sorpresas ni planteamientos fuera del guión establecido. Ibarretxe se reafirmó en sus planteamientos y reclamó un nuevo marco jurídico y político para el País Vasco -en línea con el proyecto que presentó hace un año- para avanzar en el autogobierno. «Ha llegado el momento -precisó- de que la sociedad vasca, después de 25 años, se vuelva a manifestar sobre su propio futuro». Defendió que su plan es el único que hasta ahora concita más adhesiones en el Parlamento de Vitoria, cuenta con el respaldo de su partido, el PNV, y sus dos socios de Gobierno, Eusko Alkartasuna y Ezker Batua-Izquierda Unida, y reprochó de nuevo a los socialistas que no lleven a la cámara su propuesta de «más estatuto». Una actitud que responde, según dijo, a que al PSE «no está realmente interesado en participar en el debate sino en intentar el asalto al Gobierno vasco». Pero admitió también que su proyecto tendrá dificultades para ser aprobado en la votación de los parlamentarios vascos, prevista de diciembre, por falta de la mayoría necesaria. Por esta razón, situó en las elecciones autonómicas de la próxima primavera, que planteó como un plebiscito, el horizonte para su impulso definitivo. «Queremos decidir y nada ni nadie nos lo va impedir», remachó el presidente del Gobierno vasco, quien insistió en que los comicios autonómicos se celebrarán «en tiempo y forma», es decir, «en las fechas previstas», y será en esta cita con las urnas donde «los ciudadanos vascos, con su veredicto, pondrán a cada cual en su sitio y nos indicarán el camino a seguir en el futuro». El lehendakari auguró que ese «veredicto» será favorable a su propuesta y los vascos otorgarán a los nacionalistas la mayoría absoluta que ahora no tienen para que la cámara vasca apruebe su proyecto soberanista. Será después cuando intentará negociar el respaldo del Congreso de los Diputados. Pero si no lo obtiene, hará caso omiso y se limitará a recabar la autorización del Parlamento vasco para convocar un referéndum. «No será la voluntad de un determinado partido político ni la voluntad del presidente español de turno, ni tampoco la del lehendakari. Será la propia sociedad vasca la que decida su futuro», advirtió. En ese momento habrá un escenario «post-ETA» porque, según Ibarretxe, su proyecto de nuevo estatuto ha abierto un «tiempo de esperanza» y un foro de diálogo que «contribuirá decisivamente a cerrar las puertas de la violencia». Última oportunidad El lehendakari advirtió así a la banda terrorista de que se encuentra «ante su última oportunidad» y, aunque admitió que «puede seguir trayendo más muerte», consideró «una gran noticia» que lleve 18 meses sin cometer atentados mortales. «Ya ha pasado la época en la que ETA marcaba la agenda política y social de este país», subrayó e instó a los terroristas a escuchar el clamor de la sociedad vasca, «incluso de la inmensa mayoría de la izquierda abertzale», y dejar definitivamente las armas.

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