Los más de 3.000 mineros de Alonso no cobrarán por su conflicto con Endesa

El empresario Victorino Alonso anunció ayer que no podrá pagar la nómina de los más de 3.000 mineros de MSP, Uminsa, Virgilio Riesco y Campomanes Hermanos, a la que debería hacer frente esta semana, al asegurar los bancos han cerrado la línea de crédito que desde enero avala con la producción de carbón que están almacenando hasta alcanzar un acuerdo sobre el precio de la tonelada con Endesa y reanudar los suministros a la central térmica berciana de Compostilla. Alonso asegura que el argumento de las entidades financieras para dejar de adelantar dinero es el anuncio de la compañía eléctrica de acudir a los tribunales para reclamar el cumplimiento del contrato del suministro. La incertidumbre sobre el destino final del carbón que avala el crédito sería, siempre según el empresario minero, la causa para congelar los préstamos y posiblemente para que próximamente reclamen la devolución de los fondos que el Grupo Alonso ha recibido en los últimos meses, advirtió. Las minas de Alonso llevan más de tres meses sin facturar carbón a Endesa por un desacuerdo a la hora de revisar los precios del mineral, y hasta ahora ha venido almacenando la producción y afrontando los pagos con financiación externa a cuenta del mineral ya extraído. Endesa, por su parte, ha mantenido la generación de eléctrica en Compostilla con la importación masiva de mineral extranjero a través del puerto de Gijón. El conflicto se originó después de que a mediados del año pasado el carbón importado alcanzase un precio superior a los 69 euros por tonelada, sesnsiblemente superior a los 52,5 que se pagaba por el autóctono, y por el que además las eléctricas cobran del Estado un sobreprecio de una peseta por cada kilowatio que produzcan con este combustible, para primar su consumo. Ante esa nueva situación del mercado, Alonso comenzó a negociar una revisión de precios y se acogió al reglamento de ayudas al carbón, que estipula que el importe de la ayuda al carbón nacional no podrá tener como consecuencia precios para el mineral autóctono inferiores al de terceros países. Alonso llegó un acuerdo con Fenosa para cobrar 68 por cada una de las 700.000 toneladas anuales que suministra a la central de Anllares, mientras que con Iberdrola alcordaron un precio de 69 euros para las 750.000 toneladas que consume la térmica palentina de Velilla del Río Carrión. Endesa, el principal cliente Pese a estos pactos, la negociación con Endesa el principal cliente de Alonso con los 2,5 millones de toneladas que consume Compostilla cada año, no dio sus frutos y el empresario minero optó en enero por no vender el carbón y almacenarlo hasta que se alcance un acuerdo. Desde entonces ambas partes han seguido negociando y la última oferta de la eléctrica, antes de plantearse la acción judicial, fue de 61 euros por tonelada, muy alejado del precio real de mercado a juicio de Alonso, que además recuerda que el reglamento de ayudas al carbón advierte explícitamente que los complementos de precio no podrán suponer ninguna distorsión de la competencia entre los compradores de carbón, y de aceptar las pretensiones de Endesa se produciría una desventaja competitiva para las otras eléctricas.