Rodríguez Zapatero avisa a ETA de que su «único destino» es disolverse

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó ayer su «profunda repulsa» por la colocación por parte de ETA de dos bombas que iban dirigidas contra empresarios del País Vasco, y afirmó que «el único destino que tiene ETA es disolverse y deponer las armas». El jefe del Ejecutivo reiteró que la democracia y la violencia son incompatibles, y aseguró que «la democracia acabará con la violencia y el terror». Preguntado por si estos nuevos ataques afectan a sus perspectivas de negociar con ETA el fin de la violencia, insistió en que la postura del Gobierno no ha cambiado, en el sentido de que no habrá diálogo con la banda mientras no abandone sus actividades. «Esa es la condición para el diálogo de un demócrata, de un gobernante responsable, y voy a trabajar con todo mi esfuerzo y energía para que la sociedad española se vea libre del terror, para que todo el mundo viva en libertad y en democracia», prometió. El ministro del Interior, José Antonio Alonso, condenó los ataques de este domingo e hizo un llamamiento a la «unidad de los demócratas» hasta la desaparición definitiva de ETA. Alonso señaló en un comunicado que estas acciones son «una nueva demostración de que ETA conserva capacidad para atentar> y pidió a la sociedad que confíe en el trabajo de las fuerzas de seguridad. Las condenas Las condenas se sucedieron durante el día desde partidos políticos, instituciones y organizaciones de víctimas. El ex ministro y presidente del PP andaluz, Javier Arenas, condenó los ataques de Zarauz y expresó su «enorme preocupación» por la política antiterrorista del Gobierno. Calificó de «gravísimo» que en los momentos de mayor debilidad de ETA el Ejecutivo «haya renunciado» a su derrota policial completa. El PNV mostró su repulsa a través de su presidente, Joseba Egibar, quien criticó a los terroristas porque -afirmó- «aunque se den pasos para la paz, ETA aún cree tener derecho para actuar contra empresarios, trabajadores y ciudadanos». La Asociación de Víctimas del Terrorismo condenó «de la forma más enérgica» los actos terroristas, en los que «los asesinos han mostrado su verdadero rostro, que no es otro que el de la muerte, la extorsión, la amenaza y el chantaje».