Diario de León

La Princesa de Asturias pronuncia su primer discurso

Doña Letizia demostró durante la entrega de la bandera a la Guardia Civil sus dotes para la comunicación que la convierten en la representante de la familia real con mejor oratoria

Doña Letizia besa la bandera antes de dar su discurso

Doña Letizia besa la bandera antes de dar su discurso

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Gonzalo Bareño - redacción | madrid
León

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Doña Letizia Ortiz Rocasolano pronunció ayer su primer discurso oficial desde que es Princesa de Asturias. La ocasión elegida fue su designación como madrina en la entrega de la bandera nacional a la Unidad de Acción Rural (UAR) de la Guardia Civil con sede en Logroño. En su discurso, en el que tuvo un recuerdo para los caídos en la lucha «infatigable» contra el terrorismo, la princesa demostró sus dotes para la comunicación aprendidas en sus años de ejercicio como periodista. Aunque en un primer momento se la pudo observar nerviosa y emocionada, retomó la seguridad y leyó con perfecta dicción sus palabras de agradecimiento por su nombramiento como madrina. Las facultades de doña Letizia para hablar en público destacaron aún más ante una familia real como la española, que no está precisamente dotada para la oratoria. El Rey don Juan Carlos ha tenido siempre problemas de dicción en español motivados en parte por los años vividos en el exilio en Italia, Suiza y Portugal. El Príncipe don Felipe, a pesar de tener una expresión mucho más fluida en privado, tampoco domina los discursos en público, algo que alguno de sus biógrafos achaca a su timidez. La Reina doña Sofía, griega de nacimiento, tampoco ha logrado desprenderse de su fuerte acento y, aunque domina perfectamente el castellano, habla incluso con más fluidez el inglés. Del resto de la familia, la infanta doña Cristina es la que mejor se expresa en público aunque su puesto de menor relevancia no la obliga a comparecer tan a menudo. En su estreno, doña Letizia demostró, como ya hiciera durante la boda real, que está acostumbrada a ser el blanco de atención de las cámaras y los micrófonos. Ante los más de 2.000 invitados, incluido el príncipe don Felipe, y vestida completamente de negro pese a un sol de justicia que provocó algún desmayo en las tropas, leyó con autoridad su discurso en el que resaltó los valores de «lealtad, sa-crificio y cumplimiento del deber» de la Guardia Civil. Tras ello, besó con solemnidad la bandera nacional y se la entregó al teniente coronel jefe de la Unidad, Ildefonso Hernández.

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