Diario de León

Dos jóvenes mueren en Betanzos tras estrellarse a 210 kilómetros y salir despedidos al no llevar el cinturón

Los bomberos de Betanzos tuvieron que rescatar entre los hierros a uno de los ocupantes

Los bomberos de Betanzos tuvieron que rescatar entre los hierros a uno de los ocupantes

Publicado por
Bea Abelairas - redacción | la coruña
León

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Antón Fernández Fariñas había cumplido 25 años el pasado mes de octubre, pero agotó sus días al volante de su coche ayer en Betanzos junto a su amigo Juan Carlos Seoane Veiga, de 21. El coche en el que viajaban se salió de la calzada, se estrelló contra el muro de una casa y dio bandazos y varias vueltas de campana a lo largo de 120 metros en el kilómetro 582 de la carretera N-VI, a escasos metros de la discoteca Acrópolis -a esa hora abarrotada de gente joven- y ante el restaurante La Casilla. El cuentakilómetros del Peugeot 206 en el que viajaban, y que quedó totalmente destrozado por el impacto, marcaba 210 kilómetros, según indicó la Policía Local de Betanzos. La colisión fue tan brutal que despertó a los vecinos de la zona, uno de ellos el propietario del restaurante La Casilla, que explicaba instantes después del suceso que llegó a pensar que se trataba de una explosión. El accidente se produjo a las 6.40 horas. Los agentes de la Policía Local apenas tardaron unos minutos en llegar a la zona, ya que habían recibido una llamada de un vecino que denunció que había un coche circulando a gran velocidad por la zona. Cuando llegaron, se encontraron la calzada sembrada de restos del coche siniestrado, a Juan Carlos, que viajaba como copiloto, tendido en la carretera a diez metros del automóvil, y a Antón, el conductor, atrapado en el interior con la cabeza apoyada en la bandeja del parabrisas trasero. Sin cinturón Los agentes están convencidos de que ninguno de los dos llevaba colocado el cinturón de seguridad y por eso salieron despedidos. Los bomberos de Betanzos acudieron a la zona para sacar del amasijo de hierros en el que se convirtió el coche a Antón, mientras los servicios sanitarios sólo eran capaces de certificar la muerte de Juan Carlos Seoane. Algo que volvieron a hacer poco después con el conductor, cuando los bomberos lograron serrar el techo del vehículo accidentado. Fuentes del operativo de emergencias aseguraron que las labores de rescate tuvieron una rocambolesca complicación, ya que numerosos jóvenes que a esa hora estaban en la discoteca se acercaron a la zona y trataron de inmiscuirse en las tareas que estaban llevando a cabo los servicios de emergencia.

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