Diario de León

Alonso ordena el ascenso póstumo para las víctimas del Yak 42

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César Calvar - madrid
León

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El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, ordenó ascender, a título póstumo, a los 62 militares que murieron el 26 de mayo de 2003 en el accidente del Yak-42. La decisión del ministro de honrar a los fallecidos con la subida de un grado en la escala militar ya ha recibido el plácet de los Consejos Superiores de los Ejércitos de Tierra, del Aire y de la Guardia Civil, armas a las que pertenecían las víctimas. Será aprobada en cuanto acabe su tramitación. Alonso explicó que «las familias de las víctimas de las Fuerzas Armadas y, naturalmente, las del Yak-42, tienen todo el respeto, la comprensión y el apoyo del Gobierno, y lo saben». «Por mi parte, he tomado la decisión de promover a todos los fallecidos a un ascenso a título póstumo», señaló. El ascenso, según fuentes de Defensa, no acarreará un incremento en las pensiones que perciben los herederos de las víctimas, a quienes el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero indemnizó en noviembre de 2004 tras aprobar la ley de compensaciones a participantes en misiones internacionales. Esa norma estableció cantidades de 140.000 euros para los herederos en caso de muerte, y 390.000 para los de gran invalidez. El futuro Defensa insiste en que se trata de una promoción «honorífica», que quizá en el futuro se extienda a otras víctimas, como los 17 soldados muertos en Afganistán en agosto del 2004 al estrellarse un helicóptero Cougar durante un vuelo táctico. Alonso explicó que «es otra forma de reconocerles que han fallecido sirviendo a su país y a los españoles. Eso es digno de ser recompensado a todos los niveles, y también a éste, que como se sabe es importante para las familias». En el accidente fallecieron 41 soldados del Ejército de Tierra, 20 del Aire y un comandante de la Guardia Civil, que regresaban a casa tras cumplir sus misiones en Afganistán y Kirguizistán. Su avión, ucraniano de fabricación soviética, chocó contra una colina cercana al aeropuerto turco de Trabzon tras intentar aterrizar sin éxito dos veces. El mal estado de la nave, las nefastas condiciones del viaje, el cansancio de la tripulación, la escasa información que dio el Gobierno de Aznar y las contradicciones del entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, provocaron protestas airadas de las familias. Cinco militares -entre ellos dos generales- están imputados por el escándalo de las identificaciones erróneas.

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