Diario de León

Testimonios | Un pleito largo

«Aunque es una sentencia blanda, en León es un hito»

El letrado señala que pese a la ambigüedad, el fallo del tribunal «pone en evidencia el trato arbitrario de la administración hacia una trabajadora y la Junta, no sólo la jefa de turno, lo consintió»

León

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El letrado leonés Jesús Miguélez, que ha llevado la demanda por acoso de la funcionaria leonesa ante los tribuanles en León y Valladolid, considera que la sentencia «tiene una significación muy importante porque en el ámbito de la administración hay mucho mobbing, pero se reconoce en muy escasas ocasiones». -¿Está satisfecho del resultado de la demanda? -Es una sentencia light, blanda; quisiera que hubieran sido más claros. Pero, al final, reconoce lo inadecuado de que una jefa de negociado sea relegada al pasillo con la fotocopiadora en detrimento de su dignidad y para escarnio de sus compañeros. Lo que no reconoce es que haya una continuidad en el mobbing. En este sentido, no es un paradigma del acoso laboral pero reconoce que ha habido una situación clara de discriminación y un trato injusto. Sólo de esa forma se entiende que haya establecido una indemnización por daños morales. -¿Tiene trascendencia desde el punto de vista jurídico como referente para otros casos? -Desde luego, en León es un hito, porque, yo al menos, no conozco otra. Creo que es la pionera. Creo que servirá de pauta y para abrir brecha en este problema. -¿Lo más difícil es reunir pruebas para acreditar el acoso? -Efectivamente, la mayoría de las demandas no se admiten por falta de pruebas. -¿Cómo las consiguieron? -Entre otras cosas, tuvimos la suerte de que testificaron tres personas. Esto no es habitual, porque la gente teme represalias. Por eso siempre digo que hay que hacer denuncias a la Inspección de Trabajo, al comité de empresa y a los superiores jerárquicos para ir constatando hechos de forma objetiva. Las grabaciones, de vídeo o sonoras, también pueden ser importantes. -¿Es un varapalo para la Junta? -Está claro que la sentencia pone en evidencia el trato arbitrario de la administración hacia una trabajadora. Y ésto no es responsabilidad sólo de la jefa de turno. La Junta lo consistió por mi cliente acudió en busca de ayuda a sus superiores jerárquicos (el delegado) y no hizo nada. Los tres mil euros no son relevantes pero es importante el espaldarazo. Da la razón a mi cliente en que el trato de que fue objeto no fue justo.

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