Diario de León

| Crónica | Buscando a las víctimas |

«Se quedó durmiendo»

La novia de uno de los dos ecuatorianos desaparecidos relata con desesperación cómo el teléfono móvil de Diego Estacio no respondía y la policía no le hizo caso en un primer momento tras el atentado

Varios vehículos destrozados en la zona de aparcamientos de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas

Varios vehículos destrozados en la zona de aparcamientos de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas

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e. c. /g. b. | redacción /madrid
León

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ALTO EL FUEGO PERMANENTE . Al día siguiente, la banda advierte a España y Francia de que «no pongan obstáculos». ZAPATERO ANUNCIA EL DIÁLOGO . El presidente explica en el Congreso que inicia el proceso de paz y contará con todos. HUELGA DE HAMBRE DE DEJUANA . El etarra, condenado por dos artículos de opinión, es alimentado a la fuerza. «EN UN AÑO ESTAMOS MEJOR» . EL presidente de muesta optimista sobre el fin de la violencia. «Se quedó durmiendo en nuestro viejo coche, un Clio blanco del año 95, porque era muy temprano», contaba nerviosa y desesperada Verónica Arequipa, la novia de Diego Armando Estacio Sivisapa, uno de los dos jóvenes ecuatorianos desaparecidos. La pareja había acudido de madrugada a recoger a la madre de la chica, que llegaba a Madrid procedente de Ecuador. Diego, de 19 años, decidió quedarse durmiendo dentro del coche en el edificio D del aparcamiento. «Se lo hemos dicho a varios policías en las pistas donde hemos estado mucho rato porque el móvil de Diego no daba la señal», continuaba Verónica. En esos momentos de confusión no le hicieron caso. Tras ser trasladada a la T-2, y como su novio seguía sin dar señales de vida, acudió al mostrador de Aena acompañada por familiares y periodistas para informar de la desaparición. Desde allí fue trasladada a la comisaría de la policía nacional en el aeropuerto. «Vestía un pantalón negro, una chaqueta gris y unos zapatos amarillos», recordaba la muchacha. Su cuñada añadía: «Cuando estábamos en la entrada del edificio del párking nos desalojó la policía y unos minutos más tarde oímos una tremenda explosión». Y era pesimista: «Si a nosotros nos han avisado con tan poco tiempo, seguro que no han localizado a nuestro familiar». El otro desaparecido es también ecuatoriano, Carlos Alonso Palate, de 34 años, que asimismo había ido a la terminal a recoger a un familiar y se quedó esperando en el automóvil. El ministro del Interior, Al-fredo Pérez Rubalcaba, acudió al aeropuerto de Barajas a acompañar a los familiares de los dos desaparecidos. La magnitud de la explosión hizo muy difícil el acceso a la zona en la que se encontraban las dos supuestas víctimas, que resultó cubierta de escombros. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se comprometió ayer a facilitar el viaje a España a un hermano de Carlos Alonso Palate, uno de los dos ciudadanos ecuatorianos desaparecidos tras el atentado de ETA perpetrado en el aeropuerto de Barajas.

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