Dos intérpretes ven errores en la traducción que incrimina al Egipcio

Rabei Osman, El Egipcio, uno de los supuestos cerebros de los atentados del 11-M, según las tesis de la acusación, recobró en la tarde de ayer momentáneamente la esperanza. Dos intérpretes oficiales de árabe -actuaron como tales durante todo el juicio pagados por el ministerio de Justicia- declararon ayer como peritos, a instancias de la defensa de este acusado, y cuestionaron el rigor la traducción que de las conversaciones -telefónicas y ambientales- intervenidas en Milán a El Egipcio, efectuaron los servicios antiterroristas italianos con autorización judicial y que constituyen una de las principales pruebas de la acusación. La pericia provocó una profunda contrariedad en la represente de la fiscalía. Una de las acusaciones particulares pidió tiempo y el presidente del tribunal interrumpió media hora la sesión para que las partes pudieran instruirse del contenido de la traducción e informe de estos los peritos. Cuando reanudó la sesión, tras revisar el conjunto de la traducción realizada por estos peritos, quedó claro que la defensa de El Egipcio sólo interrogó sobre puntos concretos de la traducción que difieren de la italiana. Obviamente no preguntó sobre el conjunto de la traducción que sí coincide en lo sustancial con la de la policía transalpina, cosa que sí hicieron el resto de las partes, una vez que cotejaron ambas traducciones. La sesión concluyó con la prueba documental de audio y vídeo de Atocha, captadas por las cámaras de Renfe. Decenas de viajeros despavoridos, que huyen de una primera explosión, se ven atrapados por una salvaje lengua de fuego y humo cuando la bomba colocada en el primer vagón estalla. El vídeo de seguridad de Atocha se corta en ese momento y el espectador se queda con la angustia de no saber que pasó con aquellas personas. El corazón de los asistentes al juicio del 11-M volvió este miércoles a quedar encogido por las imágenes mil veces vistas y rememoradas del estallido de los trenes en la estación de Madrid. Después de días de tediosos informes técnicos, la tragedia de la masacre de los cercanías volvió a la sala con toda su crudeza.