Simancas dimite ante Zapatero y abre una grave crisis en el PSOE

Sólo ocho días después del histórico desastre electoral en Madrid, Rafael Simancas, ha arrojado la toalla. Pese a que se había comprometido a seguir un año más al frente del PSM, ayer decidió dimitir como secretario general tras mantener una reunión por sorpresa con José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa. No estaba dispuesto a aguantar más al frente de un partido que está siendo devorado una vez más por las divisiones entre las familias que lo componen, según aseguraban ayer fuentes próximas a Simancas. Esta renuncia da al traste con los planes del propio Zapatero, que quería mantener aparcada la grave crisis de los socialistas madrileños hasta la celebración de las elecciones generales, que se presentan a cara de perro después de que el PP ganara las municipales. La guerra interna que se avecina entre «guerristas» y «renovadores» en el PSM puede perjudicar a los socialistas a nivel estatal, ya que los electores castigan a los partidos desunidos. Comisión gestora Una comisión gestora se hará cargo ahora del PSM, que deberá organizar un congreso extraordinario, lo más alejado posible de las generales, para elegir al nuevo líder. «La decisión ha sido mía», aseguró Simancas en una rueda de prensa en la que se le preguntó en varias ocasiones si había sido forzado a dimitir por el presidente de Gobierno. Así lo apuntaban algunas fuentes que aseguraban que Zapatero estaría muy disgustado por el acuerdo alcanzado por Simancas y José Blanco para repartir el poder en el grupo municipal socialista tras la marcha de Miguel Sebastián. Simancas tuvo que repetir dos veces más que se trataba de una «decisión absolutamente personal», fruto de la reflexión efectuada «durante las últimas horas». «No cabe más interpretación que ésta. Que nadie busque otra», reiteró. También aclaró que su entrevista con Zapatero fue a petición suya y no del presidente. Explicó que ya pensó en dimitir en la noche electoral, aunque decidió seguir por un «ejercicio de responsabilidad», pero que ahora se ha dado cuenta de que los «cambios profundos» que necesita el PSM «en su estructura, en su proyecto, en sus discursos y en sus equipos», para ser una «organización ganadora», son «inaplazables». Esta renuncia no significa que se vaya de la política, pues anunció que seguirá siendo diputado de la Asamblea de Madrid y senador. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, calificó la dimisión de Simancas como «un acto de compromiso y nobleza».