Diario de León

Los efectos comerciales impagados pasaron de 12,6 a 17,2 millones de euros en el primer trimestre respecto al 2006

Bancos y cajas detectan un 36% más de morosidad en lo que va del año 2007

La presión de las hipotecas en las economías familiares hace mella en los pagos a plazos de coches, muebles y servicios <

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Antonio Núñez - león
León

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La morosidad en las compras a plazos de productos comerciales y servicios se ha disparado desde primeros de año en la provincia de León por primera vez en lo que va de década a causa de la presión de las hipotecas, que, a su vez, restan recursos a las familias para cumplir con compromisos como la compra de coches, muebles, calefacciones, créditos para estudios de los hijos, etcétera. Según la dirección general de Estadística de la Junta, el número de efectos de comercio impagados había disminuido un 8% desde el 2003 hasta finales del pasado año a remolque de la buena situación económica, que únicamente arrojaba una un incremento en la cuantía de las letras impagadas proporcional a la inflación o, incluso, mucho menor: sólo un 5,4% para tres años, pasando, en la suma total, de 54 a 57 millones de euros anuales. Por el contrario y según las mismas fuentes, «en el primer trimestre de este año y en comparación con el mismo periodo del 2006 se observa un incremento de la morosidad. Así, el número de efectos de comercio en cartera impagados en los tres primeros meses del 2007 es de 7.259 con un aumento del 16% respecto a los mismos meses del pasado año. Por lo que se refiere al capital representado por estos títulos, se ha incrementado un 36,4%, pasando de 12,6 a 17,2 millones de euros». Alerta, no alarma Fuentes de las entidades financieras que operan en la provincia de León consultadas por este periódico, todas las cuales prefieren mantenerse en el anonimato para no dar pistas a la competencia, coinciden, sin embargo, a la hora de reconocer que el pasado mes de enero marcó el punto de inflexión al alza de la morosidad de las familias, coincidiendo con un enésimo repunte de los tipos de interés para las hipotecas. Los índices de morosidad estaban en diciembre del 2006 en el 0,63% de los créditos para las cajas y del 0,61% para los bancos, todo ello a nivel nacional, suponiéndose que los porcentajes leoneses entrarían o se situan también dentro de la media. Sólo dos meses después estos índices habían subido al 0,7% «y la previsión es que a fin de año estemos, como mínimo, en un 0,75%». De acuerdo con las mismas fuentes estos porcentajes todavía no son importantes, aunque no dejan de preocupar. En el mapa histórico de la España insolvente de décadas atrás que no pagaba ni a plazos algunos ejecutivos, ahora cincuentones, dicen recordar tiempos de antes del euro «cuando con tipos de interes del 9% los impagos podían llegar hasta el 10%, mientras que ahora con el euribor a poco más del cuatro y medio los impagos no llegan ni a la quinta parte». Los tiempos peores para las entidades financieras coincidieron con el trienio 1992-95, «aunque los márgenes de beneficio para bancos y cajas sigan siendo porcentualmente similares, porque a las hipotecas se les aplica un 0,8% sobre el euribor, antes mibor, y a los créditos al consumo el 2%». El incremento de la morosidad, en todo caso, se relaciona directamente con la subida del coste de las hipotecas, suyas sucesivas revisiones al alza lastran las economías familiares. Se calcula que más de un tercio de la renta de los hogares, contando con que ambos cónyuges tengan empleo, va a parar al crédito de la vivienda en hipotecas que cada vez se prolongan más en el tiempo y que, en el espacio de una década, han pasado de una media de quince años a más de treinta. Algunas entidades, incluso, las ofertan a cuarenta y cincuenta años, lo que, dado también el retraso del acceso de los jóvenes al mercado laboral, a mayores de superar la edad de jubilación para amortizar la deuda, se supone que parte de ella seguirá vigente para sus herederos. Muebles, electrodomésticos, automóviles y cualquier tipo de compras aplazadas entran en las estadísticas de morosidad, que inicialmente bancos y cajas se limitan a clasificar como «dudosos, porque al embargo final sólo llega una décima parte». EVOLUCIÓN ANUAL DE EFECTOS IMPAGADOS Y DUDOSOS EN LEÓN EN MILLONES DE EUROS 2006 La morosidad podría llegar este año a casi 70 millones de euros, sólo en efectos comerciales (12.000 millones de las viejas pesetas)

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