Aquella cepa rastrera y su mejor perfume

Silencio, ojos cerrados. Una evocadora voz en «off» inundó el auditorio. Era la uva prieto picudo. Relató su historia, cómo ayudó a los antepasados a subsistir con dignidad en sus aldeas con sus racimos apretados. Confesó no sentirse airada por ser denominada con frecuencia como cepa rastrera y recalcó su orgullosa lucha por aferrarse durante siglos a la tierra. «Mi destino natural es convertirme en vino, ahora presento mi mejor perfuem, dejándome ver a través del cristal, gracias por permitirme formar parte del patrimonio natural». Su fábula dio paso a una serie de intervenciones para avalar la presentación del nuevo sello de calidad. El conductor, el periodista Javier Pérez de Andrés, afirmó que «posiblemente sea el día más importante para la DO, el de su presentación en casa». Con el entusiasmo de un especialista en agroalimentación y etnografía, enfatizó que ahora los vinos Tierra de León entran con derecho propio en el medallero de las estrellas alimentarias y reclamó para el Esla convertirse en el río de los vinos en Europa. Y tras los discursos, el homenaje. El recientemente fallecido viticultor Pedro Marcos -el alcoholero de Villamañán- recibió el reconocimiento de todos los presentes y el emocionado recuerdo de su familia. Su nieta, Mercedes, recogió una copa como recuerdo a toda una vida dedicada al vino. Sus lágrimas sólo le permitieron agradecer el detalle en nombre de los suyos. El conductor del acto resaltó que el de Marcos fue en caso insólito en el ámbito de la viticultura mundial y señaló, en este sentido, su relevancia como descubridor de la variedad blanca de uva denominada albarín. «Hoy brindaremos por ti, Marcos», concluyó. La emoción dio paso al humor y la magia. La presentación finalizó con los números del ilusionista «Toñín» que llegó a convertir una moneda en una botella de vino Tierra de León, conseguir que de una revista saliera el tinto caldo y brindar con él y descubrir y pintar la carta elegida al azar por su improvisada ayudante. Llegó entonces el momento de los brindis y las degustaciones. En el claustro de San Marcos, todavía con los retazos de la intensa tormenta que antes del acto había empapado a muchos de los asistentes, viandas de la tierra y caldos del nuevo sello de calidad fusionaron su fuerza en los paladares de los invitados y las charlas en grupo. «La DO inicia un camino y una oportunidad que debe aprovechar esta zona de León para generar riqueza» JESÚS GÓMEZ, director del Instituto Tecnológico Agrario