León y Valladolid se enzarzaron en los periódicos «Almansa avanza y nadie le alcanza»

«Almansa avanza y nadie le alcanza», rezaba el lema del orgulloso regimiento que participó en las campañas de Marruecos y Cuba y, más tarde, en la Guerra Civil. Pero el nombre se adoptó del original holandés, donde nació en 1676, hasta que tuvo personalidad propia durante la sangrienta Guerra de Sucesión, cuando España negó juramento de fidelidad a Napoleón. El nombre llegó a León en 1908, cuando se adoptó para nombrar al regimiento que se situaría en la antigua Casa del Peregrino, aledaña a San Marcos. Los inicios fueron duros, sobre todo porque las autoridades de Valladolid lucharon con uñas y dientes para cambiar los planes del Ministerio de Guerra, en cuyo gabinete se encontraba el señor Dato, «que es el representante de León y que necesariamente estará interesado porque el traslado [a esta ciudad] se verifique a la mayor brevedad posible», escribía el corresponsal del diario leonés El Porvenir el 24 de junio de 1899. Los militares de Caballería entregaron el Acuartelamiento de San Marcos en 1963, cuando se decidió convertir el edificio en un hotel. Dos años después, ya estaban casi completadas las obras del nuevo acuartelamiento, que se trasladó a San Marcelo. En ese tiempo se disuelve el Regimiento de Infantería Burgos 36 y también la División de Caballería, por la que se crea la Brigada de Caballería Jarama, en la que se encuentra encuadrada el Regimiento Almansa. A partir de ese momento León se especializa en la cría de sementales con exitosos resultados, hasta que en el año 95 se traslada la división de personal a Valladolid. Sólo pasaron siete años hasta que los últimos caballos salieron de León hacia Santander y Ávila, donde hoy son el orgullo del Ejército.