Se peatonaliza un tramo de Fernández Ladreda para que se use más la LE-30

La transformación de la Avenida Fernández Ladreda, una de las vías más congestionadas de la ciudad, tiene tres aspectos importantes: el primero la ejecución de una rotonda en la plaza de Toros para hacer más fluido el tráfico una vez que esté realizado el paso de Michaisa (a punto de anunciarse en el Boletín de las Comunidades Europeas). El segundo es la ejecución de la obra civil que sostendrá la plataforma del tranvía y que inicialmente servirá como carril-bus y, por último, se prevén peatonalizar casi 500 metros de esta avenida, entre la calle Murillo y el enlace con la carretera de Valladolid, a la altura del centro comercial, con la finalidad de disuadir a los vehículos cuyo destino es entrar en la Ronda Este. «Se pretende que estos vehículos utilicen la LE-30 para los desplazamientos que implican la entrada en la otra ronda», subraya Francisco Gutiérrez. Con esta medida se pretende también integrar de manera más suave la zona de la Chantría con la zona de la Lastra, que actualmente aparecen separadas por esta barrera que, si no es infranqueable, sí constituye una frontera física que impide su permeabilización.

La Avenida Fernández Ladreda, en cuyo origen fue el paso de la n-120 por León, pasa de ser travesía peligrosa y conflictiva a una calle más interior e intermodal.