Un observatorio consigue las imágenes más distantes jamás tomadas desde León

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A 11.000 años luz. Es la magnitud que distancia León de las constelaciones y fenómenos estelares fotografiadas en los últimos meses y semanas por parte un aficionado leonés, que ha conseguido captar las imágenes más lejanas y sorprendentes del Universo conseguidas hasta ahora desde algún punto de la provincia, circunstancia que ha sido posible con la potente tecnología que maneja el Observatorio Infrared, un centro privado localizado a las fueras de la capital leonesa que posee un equipo de fabricación japonesa hasta ahora único en León. La tecnología utilizada por los aficionados de León, incluso la que posee hasta ahora el Observatorio Municipal Pedro Duque, tan sólo consigue acercar, fotrografiar y digitalizar imágenes de magnitud 6, mientras que los retratos de Infrared han alcanzado estrellas de magnitud 21. En astronomía, una manera de calcular las «distancias» es a través de magnitudes, término que designa el brillo, real o aparente, de un objeto celeste. Por ejemplo, una estrella de magnitud 1 es exactamente 100 veces más brillante que una estrella de magnitud 6, que a su vez es 100 veces más brillante que una estrella de magnitud 11, y así sucesivamente.

La imagen más sorprendente tomada por este observatorio privado, propiedad del vicepresidente de la Asociación Leonesa de Astronomía, Manuel Fernández, es la Gran Nebulosa de Orión, fotografía obtenida en la noche del pasado 25 de diciembre y que ha sido seleccionada hace escasos días como «foto del día» por el prestigioso foro internacional de astrofotografía ATWB. «Es la primera vez que una foto realizada desde León aparece en él», se felicita el autor.

Horas de exposición

La imagen tiene una exposición total de cuatro horas y media y se han utilizado nueve tomas de 30 minutos, sumadas con el programa Maxim DL, con el que se consigue esa exposición total. El revelado digital es totalmente manual. El objeto conseguido está clasificado por los astrónomos como M42 o la Gran Nebulosa de Orión. A su izquierda también se recoge, aunque con menos nitidez, la nebulosa Running Man. El autor asegura que se trata de «uno de los objetos más hermosos que se pueden ver desde nuestro hemisferio». Es visible incluso a simple vista, como una estrellita difusa, como consecuencia de su enorme luminosidad y relativa cercanía a la Tierra. Dista de León a 1.270 años luz y su diámetro está estimado en unos 24 años luz. El centro de la nebulosa, como se aprecia en la imagen de la izquierda, tiene un pequeño cúmulo de estrellas jóvenes denominado comúnmente El Trapecio, justo debajo del cinturón de Orión, conocido como Las tres Marías.

No son imágenes trascendentes en el sentido de que recojan nuevos elementos, pero tienen la peculiaridad de que son las de mayor alcance captadas desde León. Este observatorio (www.elfirmamento.com) debe su nombre al astrónomo, músico y constructor de telescopios William Herschel, descubridor del planeta Urano en 1781, quien además en el año 1800 descubrió la existencia de luz infrarroja. Está situado a las afueras de la ciudad y es un práctico roll-off de 5,5 metros con dos puestos de observación y fotografía. La montura computerizada es una Takahashi EM-400, que para los no entendidos tiene cualidades fácilmente observables, como un preciso motor que gira al mismo ritmo que la Tierra para que las fotografías tengan una definición perfecta o un aparato que persigue pixel a pixel el objeto buscado en el espacio.

Entre las imágenes captadas en este centro, destacan astrofotografías de otras nebulosas como la de Omega, la nebulosa Soul o la nebulosa Dumbbell. También se ha fotografiado el Velo Este en Cygnu o al Melotte 15 en Casiopea.