Diario de León

El crimen organizado ha consolidado en sólo dos años pequeños «ejércitos» de países del Este que roban en pueblos vigilados

La Fiscalía persigue bandas criminales establecidas en pisos alquilados de León

Se han especializado en robos con fuerza, delitos contra la propiedad intelectual y el tráfico de drogas

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Han pasado de ser meras ramificaciones de bandas organizadas que viajaban a León, delinquían y regresaban a sus sedes en Madrid o Galicia a convertirse en grupos «medianamente organizados» ya asentados en pisos franco -”lugares clandestinos donde se realizan actividades ilícitas-” de la capital leonesa que actúan, casi siempre con nocturnidad, en pequeñas localidades de la provincia que previamente han vigilidado. Este salto cualitativo en la evolución de la criminalidad en León ha sido detectado por la Fiscalía Provincial de León durante los dos últimos años, periodo el que una serie de pequeños ejércitos han logrado implantar un particular esquema de funcionamiento que empieza a despertar preocupación social.

En los últimos días han sido detenidos en León un total de 32 integrantes en diferentes operaciones policiales contra el crimen organizado. La totalidad de ellos procedían de países de la Europa del Este y, aunque el titular del juzgado que instruye las diligencias tramitadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mantiene el secreto de sumario, los datos que han trascendido de las intevervenciones policiales confirman la teoría de la Fiscalía sobre la radicación de varios grupos organizados en el territorio de León.

Por norma, sus integrantes tienen una continuidad en sus acciones, cometen delitos graves y difícilmente perseguibles, obtienen grandes beneficios, poder o influencia, tienen un reparto específico de tareas, existe una jeraquía clara y un control interno, su ámbito de actuación es transnacional, a menudo utilizan la violencia y la intimidación e, incluso, tienen estructuras comerciales o empresariales que les sirven para blanquear dinero.

Entre el 2007 y el 2008, la Fiscalía Provincial de León ha investigado diversos hechos delictivos vinculados al crimen organizado. El análisis de los procedimientos abiertos en la provincia por estos delitos contra la propiedad, la propiedad industrial o intelecutal o contra la salud pública desvela cómo actúan estos grupos, cómo se reparten los papeles dentro de la trama delictiva, qué medios utilizan, cómo distribuyen sus pisos -”no siempre próximos-” y cómo se reúnen en bares de la capital para programar sus acciones.

Tiendas cerradas y metales

Grupos «medianamente organizados» para robar

En el caso de los delitos contra la propiedad, los copartícipes suelen ser prioritariamente personas procedentes de los países que han ingresado recientemente en la Unión Europea. El grupo suele estar formado por diez o doce personas de distintos sexos, aunque los hombres suelen participar de forma más activa cuando se trata de robos con fuerza en las cosas, requiriendo la participación de las mujeres en los casos en los que se producen los hurtos en el interior de establecimientos de venta de ropa. En estos casos, las mujeres se encargan de distraer a los responsables de los establecimientos mientras se producen las sustracciones.

Según los datos facilitados por al Fiscalía, los robos con fuerza en las cosas, «hechos que están proliferando en la provincia de León», son cometidos por grupos «medianamente organizados». Se llevan a cabo en pequeñas localidades donde previamente han comprobado que en invierno son pocos los vecinos que se quedan viviendo en ellos y la presencia de los agentes de la autoridad, primordialmente Guardia Civil, es escasa. «Esto facilita la impunidad de estos hechos por parte de sus autores», quienes sustraen cualquier efecto que posteriormente pueden vender o poner en el mercado con cierta facilidad.

No se ponen por meta grandes objetivos. Han robado pequeños estanco, tiendas, bares, garajes donde se deja la maquinaría que se utiliza sólo en las labores agrícolas de los verano o almacenes de empresas donde se depositan grandes cantidades de cobre. Ésta es una práctica muy generalizada. En el último año han sido muchos los casos de robo de metales en naves y casas, en una ocasión con el desenlace de la muerte de un súbdito rumano que pereció como consecuencia del derrumbamiento del techo de la nave que desmantelaba en la clandestinidad.

De noche y con gran rapidez

Coches de segunda mano y pisos alquilados donde no viven

Los hechos se cometen durante la noche y con gran rapidez, se mueven en coches que han adquirido en España de segunda mano y almacenan los objetos sustraídos en pisos alquilados en León, que no utilizan como domicilio habitual de ninguno de los componentes del grupo. Esta circunstancia provoca que en el momento de la detención ninguno de ellos asuma la tenencia de los objetos porque en ninguno de esos pisos tienen sus domicilios habituales. Según la Fiscalía, en estos domicilios-almacén dejan los efectos sustraídos durante poco tiempo y, de forma inmediata, los trasladan a grandes ciudades, caso de Madrid, para darles salida en el mercado ilícito y que sea más difícil investigar estos hechos.

Dificultad para investigar

Llevan una vida sin vínculos entre ellos y trabajan en pubs

La dificultad para esclarecer estos hechos está en que los miembros del grupo llevan una vida sin vinculación alguna entre ellos, suelen trabajar como porteros de discotecas o pubs, «lo que motiva que den apariencia de tener forma de vida lícita y que no tienen necesidad alguna de llevar a cabo la comisión de hechos delictivos», eso sin contar que el piso donde se suelen ocupar los efectos sustraídos no es el domicilio habitual de ninguno de ellos

Peregrinaje judicial

Salen en libertad provisional y nunca más se les localiza

Otro de los problemas que motiva la conclusión de las causas penales en las que han participado alguno de los miembros de estas organizaciones es la dificultad de encontrar indicios de participación en los múltiples hechos que cometen, «hechos que generan cierta alarma social» en las pequeñas localidades de la provincia de León. En caso de llevar a cabo la detención de algunas de estas personas, los jueces de instrucción no suelen aceptar fácilmente una petición de ingreso en prisión provisional debido a los indicios «tan endebles» y las penas suaves a imponer en caso de condena. Según la Fiscalía, la puesta en libertad es una dificultad añadida para notificar las resoluciones que se van dictando (auto de incoación de procedimiento abreviado, auto de apertura de juicio oral-¦), por lo que se están dando algunos casos en el que se dicta una resolución de archivo provisional por falta de localización de los autores de los hechos. Estas causas en las que se ven implicadas personas de difícil localización, con pruebas endebles en cuanto a su autoría y que además han cometido delitos en distintos partidos judiciales, suelen tener un peregrinaje judicial que provoca una dilación en la tramitación de las mismas. «Esto origina que los fiscales se vean ante la necesidad de pedir la libertad provisional de estas personas a sabiendas de la dificultad que hay para finalizar la instrucción», por lo que desde el punto de vista de los fiscales sería aconsejable tramitar estas causas por la vía del juicio rápido o al menos no dejar que se prolonguen más de un mes en cuanto a su instrucción. «De otra manera es harto difícil obtener algo positivo ante los Juzgados de lo Penal, que es donde a lo sumo llegan estas causas».

Según la misma fuente, las condenas no suelen superar los dos años de prisión, por lo que a los delincuentes se les aplican los beneficios de la suspensión de la ejecución de la condena, sin que se pueda hacer uso de la posibilidad prevista en el artículo 89 del Código Penal, relativo a su expulsión del país. Se da la circunstancia de que la mayoría de los casos se trata de ciudadanos de países con plenos derechos en la Unión Europea.

En todo caso, la Fiscalía Provincial de León subraya que el ingreso en prisión de alguno o algunos de sus miembros no supone a las bandas de crimen organizado un problema, «puesto que fácilmente encuentran nuevas personas que traen de estos países dispuestos a suplirles en las funciones de llevar a cabo delitos contra la propiedad».

Tráfico de drogas

Los «correos» viven en otras provincias y sólo distribuyen

En este tipo delictivo, la forma de organizarse por parte de los autores es similar a la que practicaban en años anteriores. Los detenidos en León durante el último bienio no son más que correos de otras organizaciones asentadas en provincias próximas, como Galicia o Madrid, que llegan a León con determinadas cantidades de droga para distribuir o, incluso, de paso a otras ciudades y provincias cercanas como es el caso de Asturias.

Un hecho como el reseñado en último lugar motivó la detención de una persona con más de setecientos gramos de cocaína. Había ido a Madrid a recogerla y se dirigía a Asturias para entregarla a otro grupo. La persona detenida no tenía ninguna vinculación León. Idéntico hecho provocó la detención de una persona de nacionalidad marroquí, quien desde Madrid se dirigía a otras provincias del norte con cuarenta kilos de hachis.

Respecto a la existencia de otros grupos con cierta organización asentados en León, se puede decir que no son más que el último eslabón de un grupo que reside fuera de esta localidad. Ello lo demuestra el hecho de que durante el año 2008 en la mayoría de las causas incoadas por delitos contra la salud pública aparezcan imputados una o dos personas como mucho, salvo una causa incoada ante los Juzgados de Ponferrada, en la que se detuvo a un grupo de personas que se dedicaban a distribuir drogas trasladadas desde otras localidades próximas. No obstante, dicha causa ya se había abierto con anterioridad en la sede policial, aunque no dio sus frutos hasta el pasado año.

Identidades falsificadas

Documentos para brasileños como si fueran portugueses

A las modalidades delictivas citadas, hay que sumar la existencia de falsificaciones de documentos oficiales con distintas finalidades, casi siempre para conseguir la apariencia de estancia legal en España a ciudadanos que no tienen la residencia legal. Este tipo de actuaciones provocaron diversas detenciones. La más llamativa es la referida a tres ciudadanos que facilitaban documentación falsa a súbditos brasileños, a quienes les facilitaban tarjetas de identidad portuguesa falsificadas. Esto les permitía entrar por la frontera de Portugal más cercana a la ciudad de León, con la apariencia de ser ciudadanos comunitarios y con ello evitar su expulsión.

Matrimonios blancos

Varios nigerianos dirigían una red para facilitar papeles

Según la información manejada por los fiscales de León, uno de los supuestos de falsedades que más está floreciendo en la ciudad de León está vinculado a los denominados matrimonios blancos, mediante los cuales se facilita a los contrayentes documentos falsos necesarios para contraer matrimonio y conseguir la residencia legal en España. Se detuvo a tres ciudadanos originarios de Nigeria por este motivo durante el anterior ejercicio.

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