Diario de León

Zapatero subirá los impuestos «temporalmente»

Asegura que la medida, para hacer frente a la crisis, será «limitada»

El presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero.

El presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero.

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CÉSAR CALVAR | MADRID
León

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José Luis Rodríguez Zapatero estrenó curso político con uno de los anuncios más impopulares que puede hacer un gobernante: avisó a los contribuyentes de que deben prepararse para una subida de impuestos que se hará efectiva en el 2010. Esa revisión fiscal será «limitada», tendrá un carácter «temporal» en el caso de algunas figuras tributarias y estará presidida por la «moderación» para facilitar la recuperación económica una vez que «lo peor de la recesión y de la destrucción de empleo ha pasado», insistió el presidente del Gobierno tras la reunión del Consejo de Ministros.

La subida de impuestos que proyecta el Ejecutivo, avanzada ya por la vicepresidenta segunda Elena Salgado y por el ministro de Fomento, José Blanco, está en la base del prodigio que el Ejecutivo quiere lograr con los presupuestos del año que viene: Rebajar el déficit desde casi el 10% del PIB con que acabará el 2009 hasta el entorno del 7,9% previsto para el 2010 en el último programa de estabilidad, de cara a situarlo en el 2012 por debajo del 3% que marca el pacto europeo de estabilidad. Y todo ello en medio de una recesión que ha hundido los ingresos y multiplicado los gastos.

No será fácil. A las dificultades del momento económico habrá que añadir las que encontrará para sacar adelante la ley de Presupuestos en el Congreso. El PP ya avanzó un otoño caliente, en el que presentará una batería de iniciativas parlamentarias para frenar el alza fiscal.

«Moderación». Rodríguez Zapatero acompañó su anuncio de que a partir de enero habrá que apretarse aún más el cinturón con varios mensajes destinados a apaciguar los ánimos de los contribuyentes e infundir calma. El Gobierno quiere que la revisión se realice bajo el principio de «moderación». Explicó que hay que respetar la actividad de las empresas y los ingresos por el trabajo, es decir, las rentas de los asalariados, que determinan su poder adquisitivo.

Los ajustes atenderán a criterios de «progresividad» y buscarán «preservar» a la clase media y a los trabajadores.

Esta última puntualización hace pensar que el IRPF podría no ser el centro de la futura reforma fiscal. «Habrá algún ajuste, algún cambio, alguno al alza, alguno a la baja, pero en todo caso serán limitados y en algún caso con carácter temporal». El presidente recordó que la actual presión fiscal es la más baja desde 1995, inferior en siete puntos a la media europea. La política fiscal, subrayó, «debe responder a la coyuntura económica y a las necesidades de la recuperación».

El jefe del Ejecutivo dio muy pocas pistas sobre los cambios tributarios que incorporará la futura ley de Presupuestos. Tan sólo admitió que «hay margen» para revisar la muy criticada deducción general de 400 euros en el IRPF aprobada en el 2008. Detalló que esta medida se creó para «aliviar» la situación de muchas familias y preservar su capacidad de consumo, pero que la situación económica ahora ha cambiado.

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