La venganza de Diana

Apenas transcurridos cinco minutos, ya no ves a Helen Mirren, ves a la mismísima Isabel II, reina de Inglaterra, que en las horas posteriores al 1 de septiembre de 1997 vio como se tambaleaba el artificioso mundo sobre el que se asienta su regia institución. Más allá de la tirante relación suegra-nuera con Diana de Gales, primaba su creencia en que la Corona estaba muy por encima de (casi) todo, y si un lamentable accidente había truncado a Diana, muerto al hoyo y a otra cosa mariposa. Pero las cosas se torcieron, y tal antipatía popular provocó la familia real, que el recién llegado Tony Blair hubo de intervenir desde Downing Street. Hasta ahí un generalizado repaso a los hechos históricos que Stephen Frears, celebrado autor de Mi hermosa lavandería (1985), Las amistades peligrosas (1988), Café irlandés (1993). o Mrs. Henderson presenta (2005), revisa en clave comedia, a ratos con toques de farsa, otras en serio, pero siempre con la suficiente incisión para que The Queen sea notable, pese a que los admiradores de Frears esperásemos algo más vitriólico, más mordaz. En fin, que la corona británica todavía pesa. Aún así, y aparte el gran trabajo de Mirren (de penetrante olor a Óscar), la película tiene momentos muy divertidos aún con su trasfondo dramático, acentuado con imágenes documentales de los días previos al sepelio de Diana. Blair, con el que Frears se mostró públicamente en desacuerdo por su papel en la guerra de Irak, sale retratado muy al límite (un poco más y es puro cachondeo), como también su esposa, convencida antimonárquica. Excelente, también James Crowell como el príncipe-consorte. Con todo, Frears opina que la corona británica no es precisamente una familia ejemplar, o eso parece si miramos a Carlos de Inglaterra y la relación con su madre. Es la mirada de Frears, claro, pero qué mirada. THE QUEEN. Gran Bretaña, 2006. Director: Stephen Frears. Intérpretes: Helen Mirren, James Cromwell y Alex Jenning.