Otro Bond adolescente

«Por si fuera poco con el genuino James Bond 007 (ya se prepara la nueva entrega para el año que viene), cada cierto tiempo aterriza en las pantallas un personaje con características semejantes enfocado hacia otro tipo de público. Pronto llegará la última de Jason Bourne-Matt Damon, otro excelente agente de origen literario con mayor seriedad y violencia que el británico. Sin embargo, y puesto que los jóvenes son quienes acuden en masa al cine (véase Potter y compañía), las películas de agentes secretos también se han infantilizado con nombres como los Spy Kids o Cody Banks . El nuevo nombre a añadir es el de Alex Rider, creado por Anthony Horowitz en una serie de novelas de éxito en Gran Bretaña, el cual ya estaba tardando en ser adaptado al cine. La supuesta novedad de Alex es que es un joven criado por su tío-espía que no quiere realmente ser agente secreto, sino acudir al instituto y relacionarse con personas normales. Sus esfuerzos serán en vano, pues el tío es asesinado y el MI6 decide reemplazarlo con... ¡su sobrino adolescente! No hace falta decir que estamos ante una versión paródica de los servicios secretos, destinada a un público infantil o a quien quiera huir del calor leonés entreteniéndose en una sala con aire acondicionado. Y es que la película resulta entretenida (son sólo noventa minutos) y las escenas de acción son aceptables. Peor se aguanta a personajes como el de Mickey Rourke, sin ningún sentido del ridículo (como casi siempre) y el de su caricaturesca secretaria que parece un dibujo animado. Eso sí, para quien busque unas vacaciones baratas, la película muestra Londres de forma excelente: el Támesis, Picadilly... Y, aunque el final pueda resultar ridículo, hay que esperar a las secuelas (o leer los libros) para saber porqué el villano se comporta de esa forma.