El chef cocina en mi casa

No todos los días se pueden contratar los servicios de chef que hayan trabajado con Ferran Adrià (El Bulli) o con Pierre Gagnaire, propietario del restaurante homónimo que goza del tercer puesto entre los altares gastronómicos de todo el mundo. Pero en León ya es posible. Toño y Mar acaban de emprender una atrayente idea para todos aquellos que desean disfrutar de la alta cocina sin salir de casa. Hay muchos motivos que en ocasiones especiales impiden celebrar un banquete excepcional en el propio domicilio, casi siempre por falta de destreza en los fogones por parte de los anfitriones. Pues se acabó el quedar mal o el tener que someterse a los horarios de un restaurante para degustar platos cien por cien gourmet. Willy Wonka —así se hace llamar este tándem de creativos chef— ha ideado una amplia carta de menús que se ofrecen listos para servir en la mesa y con un servicio tan personalizado como se quiera, sin límites incluso para celiacos, alérgicos, vegetarianos o niños. Es verdad que este tipo de opción sacrifica el factor sorpresa para garantizar totalmente la satisfacción de los clientes. Sin embargo, es tal la variedad de las creaciones culinarias que sería raro aburrirse durante un almuerzo.

«Todo lo que hacemos está elaborado por nosotros, desde las masas hasta los rellenos», explica Toño mientras ultima en su cocina una variada degustación de canapés y dulces. Exquisitos, con los sabores puros de cada ingrediente bien diferenciados; una cocina natural, sabrosa y ligera. Y lo mejor de todo es que ya no sólo está al alcance de las élites porque un menú de entrada más carne o pescado cuesta 25 euros. Hay que destacar que todos los platos están cocinados sólo con agua caliente o un horno a 180 grados y entregados al vacío.

«Somos mercenarios de la cocina», espeta Mar para resumir de una manera simpática su función en este proyecto de alta cocina a domilicio: dar gusto al cliente, ni más ni menos.

El equipo de chef ayuda también a transformar espacios personales en auténticos ambientes profesionales para eventos ocasionales, desde cenas de amigos hasta almuerzos de domingo, cócteles, comidas de empresa y celebraciones del tipo bodas y comuniones.

El primer gran chef que llevó a cabo esta propuesta fue el estadounidense Daniel Boulud. En el año 2005 montó una empresa que ofrecía sus conocimientos y sus servicios para cocinar en casa. Tal ha sido el tirón de su idea que la cocina a domicilio es un hoy un servicio muy desarrollado en todo el continente americano, de norte a sur. La firma Willy Wonka es circunstancial y una prueba que podría convertirse en proyecto empresarial si hay respuesta por parte del cliente leonés. Las nuevas tecnologías pueden facilitar la incorporación de esta técnica a la cocina doméstica, de forma que la materia prima, la manera de trabajar del equipo (compras, elaboración de masas primarias...) o el diseño final de la mesa pueden quedar resueltos en un abrir y cerrar de ojos. En este sentido, una mínima aportación de los chef puede convertir una simple mesa de comedor en una refinada y sofisticada plaza al estilo de los mejores comedores del mundo. Como la comida también entra por los ojos, unas piedras, piñas, velas o unas pequeñas cartulinas con el menú pueden culminar una mesa original sin gastar una fortuna.

Al margen del servicio del chef a domicilio, Toño y Mar también ofrecen un cátering para llevar hecho a casa. Un amplio listado de canapés y de dulces a un precio más que razonable es la alternativa indicada particularmente a quienes no tienen tiempo para cocinar, los que no saben o, simplemente, no quieren.

No hay una norma universal para juzgar los sabores. Pero si existiese, Toño y Mar la conocerían.