Diario de León

Simulacro bélico en El Bierzo

La influencia de los combates bélicos simulados llegó a la comarca berciana hace cuatro años de la mano de la Asociación Airsoft Bierzo, que organiza en Cubillos del Sil y La Granja de San Vicente hasta 35 partidas al año. Vestidos y armados con réplicas exactas al material original, los 20 socios ofrecen a los amantes de este deporte una alternativa de ocio y todas las medidas de seguridad

En la imagen pueden verse a un grupo de socios de la Asociación Airsoft Bierzo, uniformados para jugar una de las partidas que desarrollan cada fin de semana. Pueden organizarse unas 20 partidas al año en Cubillos del Sil o Torre del Bierzo.

En la imagen pueden verse a un grupo de socios de la Asociación Airsoft Bierzo, uniformados para jugar una de las partidas que desarrollan cada fin de semana. Pueden organizarse unas 20 partidas al año en Cubillos del Sil o Torre del Bierzo.

Ponferrada

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Nacido en Japón en la década de los años 70 ante la prohibición de tener o hacer uso civil de armas de fuego reales, el airsoft vino a cubrir la necesidad de los coleccionistas de armamento militar y aliviar el espíritu combativo de los amantes de la simulación de enfrentamientos bélicos con fines recreativos. Ello mediante el uso de réplicas de armas reales que utilizan, a modo de munición, pequeñas pelotas de unos seis milímetros generalmente biodegradables (de fécula de patata y maíz, por ejemplo). Fue ya en los años 80 cuando este juego o deporte de estrategia basado en la simulación militar adquirió mayor popularidad y empezó a extenderse a otros países.

España no ha escapado a esta moda y tampoco lo ha hecho el Bierzo, donde hace cuatro años se constituyó formalmente la Asociación Airsoft Bierzo, integrada por una veintena de seguidores de este juego de guerra que desarrollan su acción en dos campos distintos y de características diferentes: Cubillos del Sil y La Granja de San Vicente (Torre del Bierzo).

En Cubillos, el campo de juego es abierto, sin construcción ni elemento de ningún tipo más allá de los propios árboles; mientras que en Torre han aprovechado unas antiguas instalaciones mineras ahora derruidas que sirven perfectamente a los fines del juego y permiten a los combatientes cubrir sus espaldas entre lo que queda de las construcciones ya venidas abajo. Disponen de todos los permisos y licencias necesarias y un buen seguro médico, obligado en este tipo de deportes. La esencia del airsoft es la misma que la del paintball, pero cambian las distancias, la actitud y la estética. Los campos de juego son más extensos y la apariencia de los jugadores se acerca mucho más a la de militares reales. No en vano, algunos de ellos adquieren los uniformes de segunda mano pertenecientes a antiguos combatientes. Otros apuestan, en cambio, por réplicas a las que no les falta detalle.

En el airsoft hay tiradores, fusileros, médicos, apoyos, francotiradores, jefes de equipo e ingenieros en explosivos. Cada uno tiene su rol y es fiel al mismo, utilizando para ello las armas que le están encomendadas. Hay fusiles de asalto, escopetas, pistolas automáticas o semiautomáticas de gas, rifles de francotirador o granadas de impacto, entre otros. Es, sin lugar a duda, una guerra de mentira muy real que puede durar desde media hora hasta dos días enteros y que no está únicamente cerrada a los socios de Airsoft Bierzo, ya que esta asociación abre sus puertas a la participación a todo aquel que, sin ser socio, quiera integrarse en alguna partida. Para ello tendrá que pagar dos euros (por partida) y estará totalmente cubierto. Es, en definitiva, una forma diferente de quemar las horas del fin de semana, de disfrutar de un ocio bélico basado en la simulación que cada vez tiene mayor número de seguidores y que permite desarrollar habilidades como la estrategia y la destreza.

Si bien la duración de cada partida depende de lo que quieran hacer los jugadores, lo general en el Bierzo son cuatro horas de un sábado o domingo. Cuatro horas en la que se fijan objetivos que hay que ir alcanzando, perseguidos por uno, dos o más equipos enfrentados. Es el equipo contra equipo el modo de juego más común, pero no el único. Uno de los más llamativos —según explicó el presidente de Airsoft Bierzo, Enrique Prada— es el ‘MilSim’ o Simulación Militar. Es la modalidad más dura y puede extenderse a lo largo de 24 horas o dos días, los jugadores utilizan estrategias y tácticas reales, duermen y comen sobre el terreno y los objetivos requieren un nivel de exigencia mayor que el de una partida estándar. Existe también el airsoft histórico, en el que se recrean conflictos bélicos reales acaecidos años atrás, con uniformes y armamento idénticos a los de entonces.

Así pues, lo amantes de este juego o deporte tienen en el Bierzo dos campos de acción perfectamente acondicionados y un batallón de 20 militares simulados dispuestos a ponerles las cosas difíciles, fomentando siempre el compañerismo y la coordinación y garantizando escrupulosamente las medidas de seguridad.

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