2020 pinta macho
Los años no tienen género (¿tú crees?), pero si los pintan de rosa o azul, mujerones o machorros se presumen, colores de cunita hembril o varona, azul imperioso y frío frente al rosa hembra de fruta abierta, madura, con el que se identificaba la mujer recolectora del nuestros orígenes, según dice el antropólogo.
Ya han determinado los tintoreros del vivir que el color del próximo año 2020 será el « azul clásico », al que Pantone llama 19-4052, que no es forma seria ni digna de llamar a nada, si siquiera al preso carne de patíbulo. A este 2019 que ya agoniza le asignaron el color coral , que es un rosa hembra enrojecido a más y no poder. Y de verdad que fue año muy femenino y empoderado decidido a devorar azules, sabiendo lo que ocurre cuando el rojo traga azul, que morado se vuelve, color de pasión, color corporativo de la mujer en lucha identitaria... del lila al añil se tiñen los feminismos que estampan, razonan o gritan. Y morado es también el ojo a la virulé, imagen universal que identifica la violencia crónica machista, el crimen diario, el feminicidio, aunque lo primero que enseña esta vida es que no hay que tentar al diablo; ¿tendremos que acordarnos de la madre de Pantone por andar coloreando 2020 con la profecía azulada de « hoy te mato más que ayer, pero menos que mañana » hecha récord ya en 2019?... ¿y mejorará el terrible fatum propagando ahora el baile viral de mujeres de ojos tapados con vendas o braguitas negras?...
La directora ejecutiva del Pantone Color Institute, Leatrice Eiseman, dijo: “ Un azul evocador ilimitado del vasto e infinito cielo nocturno, el Classic Blue nos anima a mirar más allá de lo obvio para expandir nuestro pensamiento; desafiándonos a pensar más profundamente, aumentar nuestra perspectiva y abrir el flujo de comunicación » (la estupidez lírica tiene mercado)... y el Oráculo de Pedrún vislumbra que tras la acción del coral empoderado y del me-too de 2019 vienen la reacciones varonas de azul cárdeno , el macho clássic blue que pierde espacio y contraataca... a los privilegios nadie renuncia fácil.