Diario de León

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La columna de hoy es de las que llamo para hacer amigos. Ya saben, de esos que se acuerdan de ti en las redes sociales, pero nunca te regalan por el cumpleaños. Sea. Estoy indignado con el uso que el leonesismo radical, que diferencio del otro, está haciendo de los términos «ocupación» y «colonización», para referirse a la presencia de la Junta en nuestra tierra. Las palabras se las lleva el viento, pero a algunas no lo suficientemente lejos. ¿Ocupación, colonización?, ¿ha llovido orujo y no me he enterado? Comprendo que a todo mensaje hay que ponerle un poco de énfasis, pero al de los leonesistas radicales solo le faltan los helicópteros volando al ritmo de la Cabalgata de las valkirias. Menos vehemencia, paisanos. París fue invadido y ocupado por los nazis. Y tras rendirse, Japón fue ocupado durante un tiempo por el ejército estadounidense, para ayudar a establecer un régimen democrático. En nuestra tierra no se da ninguna de las posibles variantes. Y la única colonia leonesa es la Álvarez Gómez. Algunos llaman a la «resistencia», otra palabra usurpada. El desapego autonómico existe en un sector de la población leonesa, pero no así. Veo un gran cartel en el que se muestran unas manos encadenadas por la vil autonomía opresora, pero mal honramos el ayer remoto si no sabemos hacerlo con el pasado reciente. Por respeto a las víctimas de la historia del horror del siglo XX, no deberían utilizarse a la ligera ciertas palabras y símbolos. Por lo mismo, muchos nos negamos a llamar exilio a lo de Puigdemont. ¿Perseguido? Ni dos metros, perseguido y torturado fue el PCE durante el franquismo. El expresidente solo puso pies en polvorosa. No es lo mismo.

Quim Torra acaba de proponer «arriesgar con la confrontación». Aboga por llegar hasta «las últimas consecuencias», aunque no concretó ni siquiera las penúltimas. «Si no confrontamos, no avanzaremos», dice. Otro que escucha la Cabalgata de las valkirias y no sabe dónde.

El tono político que empleas importa mucho, señores ideólogos, pues posibilita o imposibilita la conversación. Y aquí, sin duda, hay mucho que conversar. Bueno, ya he hecho suficientes amigos por hoy. Les recuerdo a los nuevos que cumplo años en octubre. Viva León, el de todos.

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