Diario de León

Creado:

Actualizado:

T iene su incongruencia, y también su insólita gracia, que en la casona de la fundación Álvarez Carballo en la plaza del Conde Luna esté siempre en perfecto orden de revista desde hace más de un siglo una habitación que Secundino Gómez -el mayor capital leonés de su época, heredado por los Álvarez Carballo- dispuso exclusivamente para su abogado y además amigo  Eduardo Dato , dadas las frecuentes visitas que tenía que hacer a León quien llegaría a jefe de Gobierno para acabar balaceado por unos anarquistas en Madrid, 1921. Durante casi tres décadas Dato venía a León como representante legal de su fortuna en pleitos y también como candidato del Partido Conservador porque aquí le garantizaba su acaudalado amigo ganar todas las elecciones presentándose por el distrito de Murias de Paredes donde ni siquiera tenía que hacer campaña por ser Omaña y Laciana dominio de su cacique sagaz y paternalista (creó un comedor para obreros, el Socorro a Presos o fundó el Monte de Piedad): lo que usted mande votar, don Secundino. Once elecciones seguidas ganó Dato. Y otro dato: cuando en 1911 murió Secundino, su esquela ocupó toda la primera página de este Diario y la familia de su amigo Dato pagaría desde entonces dos misas semanales por su alma en las iglesias de Orallo (su pueblo) y Caboalles de Abajo, una pasta.

En su testamento estableció Secundido que se hiciera cada semana la habitación de Dato «por si se presentaba» y esta manda pervivió en sus herederos... hasta hoy, aunque seguro que ya no entra en ella una bayeta o escoba cada semana; y no sé si al año; pero ahí sigue tal cual, sabiendo que desde 1921 es difícil que Dato vuelva. Pero gracias a lo incongruente, en esa habitación sigue encapsulada la estampa viva de una historia muerta. Y su novela. Administra hoy todo eso una fundación cuyo presidente es siempre el obispo de León. Su hermetismo y opacidad alimentan sospechas, bulos y pillajes. ¿Cuánto queda de las 800 propiedades con que se fundó?... Da la respuesta su casona, siempre con sus persianas bajadas.

tracking