Diario de León

Creado:

Actualizado:

Se preguntó uno si hubo un tiempo que orillara, abandonara o maltratara como este a la gente mayor, a los viejos, a los ancianos, a los abuelos o a la llamada tercera edad, eufemismo que usamos como si no fuera la última y hubiera una imposible cuarta. Y otro respondió: cualquier tiempo pasado fue peor , ¿acaso sus postrimerías eran mejor en tiempos pasados que en esta epidemia social de aparcarles en residencias -como quien dice almacenes de frutos secos-, encalomando a otros los cuidados que antes sólo debía y podía ofrecerles la familia?... Estas habas llevan cociéndose desde el principio de la humanidad. Por eso no es leyenda que los esquimales abandonaran a su ancianos postrados o terminales dejándoles en un témpano a la deriva... ni tampoco la de aquella anciana japonesa de «La balada de Narayama» de Shohei Imamura que se rompe los dientes con una piedra para así no poder ya comer y después se encamina sola a un monte donde echarse a morir a fin de no ser una carga para su familia... y hasta tenemos constancia de que nuestros antepasados astures abandonaban aquí a sus viejos o enfermos crónicos en un cruce de caminos en la confianza de que pudiera pasar por allí alguien que conociera el remedio a sus males... ¡difunto que Dios perdone!... ¿y cuántos ancianos no morían pordioseando por estas calles durante el boyante Siglo de Oro de penosas beneficencias y hospitales de locos?...

El que preguntó lo hizo al hilo de una campaña que, rebozada en sentimentalismo navideño, promueve un detalle para mitigar la soledad y aislamiento de tantísimos abuelos haciendo que se les escriban cartas, que serán cartas en falsete como si de repente les llegara una nietina Heidi cantando el «abuelito, dime tú» cuando sus nietas de verdad ni siquiera van a verles, ya no dan propinas. Tiempo cruel. E inconsciente, ignoramos que el trato que hoy damos a nuestros viejos será mañana aún mayor para nosotros; se cosecha lo que se siembra; no mereceremos piedad. Vayámonos poniéndonos en su pellejo... y quizá comprendamos.

tracking