Mi perro es perra

Cuántos sexos o géneros o tendencias o alternativas existenciales puede haber en los animales será ahora la cuestión a abordar con su pertinente urgencia a poco que se ponga sensiblón el ala dura del animalismo bendito. En beneficio de su bienestar emocional, ¿podrá mi perro ser perra?, plantea en un hilo tuitero Alexia, que suena a todas luces a seudónimo de adolescente para poder blindar su intimidad, pues nos indica también estar pensando ser Álex en un futuro próximo, igualándose así con el género dominante de la masculinidad patriarcal para intentar reeducarla desde dentro, eso dice... con un par ella. Y ahí nos informa de la femineidad latente de su mascota que es innegable al no sentirse incómodo el animal, un mastín, disfrutando juguetón -así se ve en fotos colgadas- con la profusión de collares, trapos, lazos y calcetines con que le abruma. Y como con esos hilos tuiteros se tejen fábulas, burlas o mentiras, no faltó el que anuncia que, igual que se exigirá gasto en papeleos y veterinario para castrar gatos y perros, así como cursillos de educación a los dueños de chuchos y mininos, también se exigirá a quienes tengan peces, pájaros, hamsters, hurones, culebras o conejitos, que todos son hijos de Dios y de estas leyes en las que no tardará en regir una Ley Trans Animal, tal como sugiere Alexia o Álex o alé alé (y nada de asignar sexo al nacer el animalito, no hasta definirlo su inclinación, su carnet de identidad, su tarjeta sanitaria y su geolocalizador).

Sobre lo trans habló Lidia Falcón, a la que nadie negará ser pilar del feminismo español: « Es una ley inaceptable, quiere abolir la realidad, la naturaleza humana y animal. Todas las especies mamíferas tenemos dos sexos construidos desde el momento de la fecundación; y dicen «le asignan el sexo al nacer», y yo pregunto ¿quién lo asigna, la abuela, el médico, la comadrona, el del registro, el cura?... las mujeres trans son hombres y cuando dentro de quinientos años revisen sus huesos sólo se verá que eran hombres. Para mí es un desastre que a los niños les vayan a hormonar toda la vida y a las niñas a mutilar ».