Editorial | El Pleno da luz para ver aún mejor la negrura del viaje que pagó Aspire

Si alguien pensaba que el Pleno municipal extraordinario —con madrugón incluido— de ayer era innecesario o inútil parece evidente que estaba equivocado. Resultó singularmente esclarecedor. Y sobre todo, gracias a las intervenciones de los diferentes grupos. No pudieron estar más lúcidos para poner en evidencia todas las aristas que plantea el polémico viaje del alcalde José Antonio Diez. El que realizó a Catar a primeros de diciembre acompañado por su esposa, y que fue pagado por Aspire, la sociedad propietaria de la Cultural, para presenciar el Mundial de Fútbol.

Esas aristas mostradas, ayer al amanecer, dejaron claro que no todo rueda tan fácil como se pretende desde el equipo de gobierno del PSOE para hacer tragar a la sociedad una auténtica rueda de molino. Lo puso en claro la portavoz del PP, al destacar en su intervención. «No hemos logrado saber con quién se reunió, ni para qué», recordó Margarita Torres. Eso, teniendo en cuenta que han pasado exactamente tres meses desde aquel lejano día del partido que supuso la eliminación de España por parte de Marruecos en los penaltis.

Y desde la UPL se incidió en otro frente muy negativo del conflicto. El de la huida hacia adelante, con una actitud marcada por la arrogancia y la soberbia. En concreto, su portavoz echó en falta que a estas alturas Diez haya sido incapaz de admitir que se equivocó. Ni tampoco se ha escuchado de su boca una petición de disculpas. «Como sí hizo el rey emérito», según recordó el leonesista Eduardo López Sendino.

En Ciudadanos también lo tienen claro: «Disfrazan un viaje a todo lujo personal como misión comercial». Y siguiendo ese argumento de Antonio Pérez, al caérsele ese traje, el alcalde ha quedado desnudo, sin parapeto, incapaz de señalar ningún tipo de dato sobre en qué consistió su presunta «embajada», a la que sí se refirió el grupo del PSOE.

La guinda llegó desde el edil elegido por Podemos-Equo, la muleta sobre la que se apoya el gobierno de Diez. Nicanor Pastrana, siguiendo su costumbre de este mandato, intentó sobrevolar sobre todo y sobre todos. Parecía que lo tenía claro al criticar el ‘electoralismo’ de los otros partidos, pero optó por guarda la ropa: tampoco votó en defensa de Diez...

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