Editorial | Una medida de disuasión necesaria

La Ley de Montes de Castilla y León establece la prohibición de ejercer actividades ganaderas y cinegéticas en las zonas afectadas por incendios forestales durante un plazo de cinco años. Una medida que Asturias suprimió en 2016, y que ahora estudia recuperar para poner freno a la oleada de incendios intencionados que está viviendo esta primavera. Los ganaderos denuncian que son ellos precisamente los más perjudicados por el fuego, pero lo cierto es que, a falta de una mayor eficacia en la investigación de las autorías de los incendios y sobre todo una concienciación en las zonas rurales que evite proteger a los autores y con ello impida que se les impongan penas que sí serían disuasorias, el acotamiento de las áreas afectadas por el fuego parece una de las pocas medidas que pueden establecerse para evitar que quienes provocan el daño se beneficien además de las quemas abusivas. Son costumbre y una forma barata de ‘limpiar’ el monte, pero tienen un coste medioambiental inasumible e intolerable.