Diario de León

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No me cabe la menor duda, espetó Peláez, de que el leonés que llamamos cazurrés los de pueblo, lengua que aquí siempre se habló bien poco, a trozos y distinta según sitios y épocas, acabará reconocida como lengua oriunda única e impuesta oficial... ¡por mis votus!, ¡votu a Bríus!... Y pola misma razón que l’asturianu ta fisgandu ya hasta n’as Cortes, el lleunés, que aún no sabe si es llionés o lleounés (jodía adolescencia), ni se sabe quién lo habla, que es que no, no se privará de subirse a todo cartel, púlpito, orfeón o callejero. Y tampoco cabe la menor duda de ser lengua nacida de nuevas y, algo insólito, sin emanar del pueblo que, por otra parte, ni la pide ni la necesita por tener que aprendela toa y no ser natural ni servir. En la vida diaria no se ve a nadie (absolutamente a nadie, no engañéis, lenguaristes diplomaus) hablando así, ni siquiera los amigos del ratín y la posturita en salón concejil o de actos (tan teatritos los dos). Y conste en acta que implantarla y expandirla será impuesto desde arriba. Esto no nace de abajo. Lagarto. Sólo es política identitaria impostada, no pueblo vivo. Y lo harán echándole un par de badajos y a lo dictador, obligando a hablarse en Chaciana igual que en Tierracampos, Lavaldería, Lavalduerna... o Valenciadedonjuan, donde tendrán ventaja de capiscar mejor el nuevu e ignotu lleunés normatíu y castrau, pues muches palabres escúchenlas a la turba d’asturianus que desdi les sesente y setente pueblen los sus veranus, ho!, asturianus que hiciéronse norma creciente e inclusu residente en xialés con banderes azules petaes en ca xardín y Santinas n’el porche. Valencia de la O llamáronla’ntonces por l’abundancie de coches de cuandu na provincie d’Asturies matriculábase to buga con la O de Oviedo... y contandu tamén con aquel pazguatu que llegaba a Coyanza preguntando’is ¿ye aquí onde paren les asturianes?, ya’ntonces el chiste pedorru corregíale: no, aquí no paren, aquí es onde empreñen . (Dijo Peláez todo esto de seguido «porque puestos a cabalgar en la lengua, también sabemos echarla a pacer, pues de futura pación/nación estamos hablando»).

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