Diario de León

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La semana viene marcada por el aniversario de la Constitución, que cumple 45 años. En plena resaca de la apertura de la Variante de Pajares, cuyas obras casi han ocupado la mitad de este periodo. Han sido dos décadas de trabajos, bastante más si se tienen en cuenta los trámites. La conclusión es que León y Asturias han precisado eso, la mitad de la Democracia para conseguir un tren del siglo XXI.

Pero la cosa es más dramática si se sigue en ese apartado de aniversarios. Se cumplen también exactamente 20 años desde los últimos avances para la construcción de un tren de velocidad alta, como se le llamaba entonces, entre León y Galicia por Ponferrada. Era el ramal norte, la opción que se había desechado por la presión de Manuel Fraga para llevar el AVE por Orense y Zamora a Madrid. Pero que fue retomada en las compensaciones a la comunidad gallega por el desastre del petrolero Prestige . Por ello, en noviembre y diciembre de 2003 se llenaban páginas —como se puede observar en las hemerotecas— a cuenta del estudio informativo que se había licitado en enero de ese año y se había adjudicado en mayo. El 11 de noviembre de ese 2003, en el Pleno de las Cortes, el entonces consejero de Fomento, Antonio Silván, detallaba que estaban acabándose esos trabajos previos, ante las dudas que le planteaba el procurador de UPL, Joaquín Otero, ya que los Presupuestos del Estado para 2004 sólo incluían 100.000 euros para el tramo León-Ponferrada, mientras que para el Ponferrada-Monforte de Lemos subían a 313.000 euros.

Llegó marzo de 2004, y tras el 11-M, se generó el vuelco en La Moncloa. Rodríguez Zapatero marcó sus propias prioridades y envío a vía muerta esa línea que ahora tanto se echa en falta. Tras 20 años quizá incluso podría estar en funcionamiento visto lo ocurrido en Pajares. Esta misma semana, en el congreso sobre El Bierzo organizado por el Diario se insistía en que ese tren decimonónico que cruza el Manzanal y Valdeorras es la gran traba para el desarrollo de la comarca.

Alguien quizá diga que sería muy cara. En Pajares, que algunos quieren tildar de derroche, se gastaron 4.000 millones de euros. Justito cuando conocemos que el último golpe de chequera para Cataluña será de 55.000 millones. Fraga y Zapatero han encontrado un gran aliado en Sánchez para dejarnos ‘vaciados’.

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